Baltasar saluda a los niños en el Puerto Deportivo de Avilés. Diana Baizán
Cabalgata de los Reyes Magos

«Da gusto volver a Avilés y estamos muy contentos de a saludar a todos los niños»

Melchor, Gaspar y Baltasar han recorrido las calles del centro de la villa, donde miles de niños, acompañados de sus familias, les esperaban con emoción

Jueves, 5 de enero 2023, 21:07

Los Reyes Magos son los protagonistas de la noche más mágica del año y esta tarde su presencia en Avilés volvió a desbordar la ciudad en una jornada donde el buen tiempo facilitó la masiva asistencia a la cabalgata, un desfile multitudinario que llenó las calles de la villa de ilusión y de unos cuantos caramelos que sus majestades de Oriente repartieron a diestro y siniestro desde sus carrozas.

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Antes de que la comitiva se pusiese en marcha, Melchor, Gaspar y Baltasar cumplieron con la tradición de la villa y desembarcaron en el puerto deportivo. Lo hicieron a las seis en punto de la tarde, pero lo cierto es que una hora antes ya había cientos de personas esperándolos con nervios en el paseo Manuel Ponga. Fue un recibimiento digno de los Reyes Magos y ellos mismos lo reconocieron nada más poner un pie en tierra: «así da gusto volver a Avilés, nos reciben todos los años con mucha alegría y nosotros estamos muy contentos de venir a saludar a todos estos niños», proclamó micrófono en mano el rey Melchor, el más anciano y sabio de los tres.

Gaspar fue todavía más sincero en su discurso y confirmó que «los niños avilesinos han sido muy buenos este año, nadie se va a quedar sin regalos». Mientras que el bueno de Baltasar lanzó una pregunta al público: «¿os alegráis de vernos?», a lo que la multitud gritó un fuerte «¡sí!» al unísono.

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Imagen. Melchor, Gaspar y Baltasar llenan Avilés de ilusión

En ese 'paseillo' que llevó a sus majestades desde el muelle hasta sus coches oficiales se dieron los Reyes Magos el primer baño de masas de la tarde. También aprovecharon para escuchar las peticiones de algunos niños, los más ansiosos, que les recordaron qué regalos esperaban encontrarse esta mañana, al despertarse, en sus casas.

«Yo os pedí un disfraz, un juego para la consola y sorpresas en casa de mis tíos», les gritaba Nuria, de 5 años, desde los brazos de su abuelo. «Acordaros de mi casa que yo os conozco, os vi el año pasado y hablamos», les recordaba también Nicolás, de 6 años, a sus majestades de Oriente antes de que estos partiesen rumbo al colegio de El Quirinal para empezar con la cabalgata propiamente dicha.

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La comitiva arrancó la marcha puntual, a eso de las siete de la tarde, y no hubo calle del recorrido que no estuviese abarrotada de gente. Hizo buena temperatura y, sobre todo, no llovió, lo que permitió disfrutar de las carrozas y del espectáculo incluso desde la distancia, sin la incomodidad de los paraguas a los que muchos años se han tenido que resignar los avilesinos en este día tan especial.

Pero hizo una noche espléndida y las calles se abarrotaron, también las terrazas de los bares e incluso los balcones de los edificios por los que pasó el desfile. Sin duda unos privilegiados, aunque «no nos llegan los caramelos hasta aquí», gritaban algunos desde las ventanas con resignación.

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Imagen. Así ha sido la emocionante llegada de los Reyes Magos al aeropuerto de Asturias

El recorrido diseñado este año para la cabalgata llevó a los Reyes Magos por la calle Fernando Morán, donde cientos de personas aguardaron su llegada con el teléfono móvil en la mano para inmortalizar un momento tan especial.

Abriendo la comitiva, como es costumbre, fue el príncipe Aliatar, el emisario real, acompañado por todo tipo de seres mágicos y nada menos que catorce jinetes llegados desde el lejano Oriente que le guardaron las espaldas. El primer rey en aparecer a lo lejos, como marcan los cánones, fue Melchor, el más anciano y sabio de los tres. Lo hizo subido en una majestuosa carroza dorada, llena de luces, y rodeado de una banda de gaitas, para que el monarca de Oriente sintiese también la magia de Asturias.

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Melchor no escatimó en caramelos y trató por todos los medios de satisfacer por igual a los niños de las primeras filas, pero también a las familias que se quedaron más atrás y que también querían recolectar el preciado tesoro azucarado tan típico de las cabalgatas. La comitiva llego a la plaza de El Parche a eso de las ocho de la tarde y los Reyes Magos agradecieron desde el balcón del Ayuntamiento la presencia de miles de avilesinos en una noche tan especial.

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