El segundo aparcamiento disuasorio tendrá 101 plazas de uso público en la avenida de Lugo

El segundo aparcamiento disuasorio de Avilés ya tiene ubicación y capacidad. Se construirá en la avenida de Lugo y tendrá una capacidad de 101 plazas, dentro del proyecto de ampliación de la cadena de supermercados Lidl en La Maruca. El Ayuntamiento aportará parte del suelo mediante la venta de cerca de quinientos metros cuadrados que permitirán incorporar diecisiete aparcamientos del total previsto.

El Pleno municipal aprobó ayer por unanimidad la inclusión en el Inventario Municipal de una parte de la parcela situada en la Travesía del Cristal número 1. Se propone, por tanto, incorporar como bien patrimonial un terreno con una superficie de 494 metros cuadrados, paralelo a la citada travesía, entre la iglesia de La Maruca y el viaducto sobre las vías del tren.

El acuerdo incluye la notificación a la Dirección General del Catastro de la modificación de la cartografía catastral conforme a la realidad física, de acuerdo con el informe técnico emitido y los archivos que definen la división en tres parcelas diferentes: la de la iglesia, de 2.277 metros cuadrados, una segunda de uso 'dotacional privado', de 494 metros cuadrados, y una tercera parcela perteneciente a la acera de la avenida de Lugo, esquina con travesía del Cristal, de dieciocho metros cuadrados.

Con la inclusión de esta parcela en el Inventario Municipal el Ayuntamiento podrá proceder a su venta a la cadena de supermercados Lidl, dentro de su proyecto de ampliación de su centro de La Maruca. De esta forma, la empresa puede ampliar el nuevo aparcamiento que tienen previsto construir de 83 a 101 plazas.

Es decir, esa franja de terreno que aportará el Ayuntamiento les permitirá crear diecisiete plazas de aparcamiento más con la particularidad de que se trata de un estacionamiento que será de uso público, por lo que no tendrá ninguna restricción de acceso.

De esa forma, a falta de conocer en las próximas semanas las propuestas finales del Plan de Movilidad, este segundo aparcamiento disuasorio se añadirá al inaugurado hace cuatro años y medio en la avenida de Gijón, con una capacidad de 230 plazas para vehículos, de las que ocho están reservadas para minusválidos y otras cinco se destinan al estacionamiento de autocaravanas. A esta cifra hay que sumar otras treintena de plazas que se han habilitado en las vías que el recinto.

Los aparcamientos disuasorios forman parte de la estrategia de movilidad que ha puesto en marcha el gobierno local. A falta de concretar las medidas del plan en marcha, el concejal responsable, Pelayo García, confirmó ayer el planteamiento municipal de sacar tráfico del centro.

Es el objetivo irrenunciable en todos los proyectos urbanísticos en marcha y que se hace especialmente visible en la reordenación del entorno del parque de El Muelle. Los grupos municipales del PP y de Vox interpelaron ayer al gobierno local sobre esas obras, las nuevas restricciones de circulación en Emile Robin y la disminución de las plazas de aparcamiento en el centro de la ciudad.

El edil socialista Pelayo García insistió en la hoja de ruta para reducir el tráfico en el centro y cambiar los hábitos de acceso a través de las calles y avenidas perimetrales. Además, recordó las exigencias a medio plazo de la Unión Europea para que las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan en sus centros urbanos zonas de bajas emisiones, y desmontó el argumento de la repercusión en el comercio de la reducción de setenta aparcamientos regulados, ya que la ocupación media anual de la zona azul es de entre el 60% y el 65%, a lo que hay que sumar 973 plazas disponibles en los aparcamientos públicos que hay en el centro de la ciudad.