La SEPI cierra su oficina en Llaranes, con 40.000 archivos históricos de Ensidesa

Cofivacasa, la sociedad estatal de la SEPI encargada de gestionar el patrimonio histórico de Ensidesa, cierra este mes su oficina de Llaranes. Abierta en 2003 y atendida por dos trabajadores, custodia los expedientes de los trabajadores de Uninsa y de la antigua siderúrgica así como el derecho al economato de los jubilados de esta segunda, que debería beneficiar a unos 5.000 trabajadores (unos 3.000 de Ensidesa y 2.000 en activo de Arcelor).

En la oficina de Cofivacasa se han venido resolviendo las incidencias con respecto a estos descuentos que permanecen paralizados desde 2016, fecha del comienzo del conflicto judicial entre el supermercado El Árbol y Cofivacasa por el alquiler del inmueble del economato. El contrato de arrendamiento finalizó en 2016, pero el Árbol lo llevó a los tribunales al entender que no había podido competir en igualdad de condiciones con la futura nueva inquilina, la empresa Vegalsa, dado que el local nunca salió a concurso público como sí ha ocurrido con la oficina de Correos en la Plaza Mayor, también gestionada por Cofivacasa y cuyo concurso ha quedado desierto en las tres subastas celebradas recientemente. El caso del alquiler del economato está siendo analizado por el Tribunal Supremo.

Llaranes es la única oficina que Cofivacasa mantiene abierta fuera de Madrid, donde tiene su sede y domicilio social. Según su página web, en Llaranes se gestiona «la atención del personal pasivo y la gestión de diversos inmuebles de la sociedad».

El personal pasivo al que hace referencia la página es el procedente de las reconversiones industriales tanto de Ensidesa como de Altos Hornos de Vizcaya. Ya no queda ningún trabajador de los que se acogieron al último Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Ensidesa, pero sí unas 2.000 personas con derechos vitalicios que, aunque han sido externalizados a aseguradoras, siguen pasando por la oficina de Llaranes a completar algunos trámites o recibir información y asesoramiento sobre temas de viudedad o pólizas. El colectivo de trabajadores o beneficiarios históricos de los Altos Hornos triplica al de Ensidesa y ostenta derechos vitalicios aún más amplios.

Desde Llaranes se gestiona y mantiene también el antiguo economato de Gijón, aunque lo que destaca es la conservación y vigilancia del archivo de expedientes, que podría albergar más de 40.000 entre los de patrimonio y los personales, con información sobre la vida laboral, seguros, préstamos, bajas y otro tipo de datos sobre miles de trabajadores que no solo representan una documentación históricamente sensible, sino que sigue demostrando su utilidad. De hecho, hay varios procesos judiciales abiertos por posibles contaminaciones con amianto que exigen rescatar estos papeles con información vital.

Llama la atención la decisión de Cofivacasa de cerrar la oficina de Llaranes cuando aún no se conoce la decisión del Tribunal Supremo acerca del alquiler del economato. Y más aún que esta decisión se tome cuando podría estar a punto de concluir el mandato del actual administrador único de la sociedad, el abogado del Estado Francisco Javier Loriente, nombrado hace menos de un año durante el gobierno del Partido Popular.

Cofivacasa es la sociedad instrumental de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para la «gestión y liquidación ordenada de empresas sin actividad industrial o comercial, participadas tanto por SEPI como por otras sociedades ajenas a este grupo» y su ámbito de actuación ha incluido, entre otras, la liquidación de Izar, de Construcciones Navales o Defex.

Se desconoce qué va a pasar con los dos trabajadores que a día de hoy siguen atendiendo la oficina de Llaranes.