Los sindicatos piden calma ante un proceso que «será largo»

El anuncio de Kingfisher de abandonar España y Portugal ha cogido por sorpresa tanto a los trabajadores de Brico Dêpot en Avilés como a sus representantes sindicales. La situación fue de desconcierto desde primera hora de la mañana de ayer miércoles, ya que a la vez que se lanzaba el comunicado desde la matriz británica, algunos delegados sindicales de las tiendas españolas estaban citados en la sede de Brico Depôt en Barcelona, pero para negociar un plan de igualdad, algo que nada tenía que ver con un posible desmantelamiento de las tiendas en España y Portugal.

La empresa citó después al comité intercentros a través de una videoconferencia, donde se intentó tranquilizar a los trabajadores para que las tiendas sigan funcionando con normalidad hasta conocer su destino final. En Avilés, con CC OO como protagonista con tres delegados, el mensaje era claro: piden calma a los trabajadores, «porque nos dicen que la actividad sigue y que será un proceso largo».