Asturias brota en el lienzo

Pep Segura. La Antigua Rula acoge 'Paisajes y marinas', una exposición en la que las paredes se convierten en ventanas a rincones inconfundibles

Ana Ranera

Gijón

Viernes, 7 de junio 2024, 02:00

Las olas del Cantábrico rebelde se levantan varios palmos por encima del mar y rompen contra el lienzo en la exposición 'Paisajes y marinas', que ... se puede ver hasta el 30 de junio en la Antigua Rula. Esta muestra de Pep Segura dibuja algunos rincones inconfundibles de Asturias y otros que, por comunes, podrían estar casi en cualquier parte de nuestra pequeña geografía. Hay azules revueltos que casi parecen grises; hay grises lluviosos que casi se vuelven negros, y hay verdes brillantes que se llenan de vidas de mil colores, que florecen entre los marcos y que abren ventanas que dejan asomarse a las entrañas de una región en la que la naturaleza brota incluso entre el asfalto.

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En esta muestra aparecen muchos retratos de zonas rurales, pero también el visitante se encuentra con escenas muy gijonesas como la de una noche, en la que la luna baña la orilla de la playa de San Lorenzo, iluminando a los últimos bañistas que se atreven a llenarse de mar. Y hay otra estampa más emblemática aún, la de los fuegos artificiales alumbrando la oscuridad la noche del 14 de agosto, con la arena llena de personas que graban con los ojos todo lo que ocurre en el cielo.

Ese ambiente playu queda interrumpido en esta exposición por una 'Acrobacia de agua', que podría llevar el nombre de casi cualquier río de los que serpentean la región. Ocurre lo mismo con 'Flores en la aldea', una obra en la que los pétalos ocupan el primer plano y relegan a un lugar secundario a las casas y a la iglesia de un pueblo cualquiera, con sus corredores llenos de ropa tendida, en busca de algún rayo de sol.

Hay otras pinturas que, sin embargo, resultan más fáciles de reconocer como el óleo sobre tela que representa San Román de Candamo o ese que hace cruzar la frontera y sentir el tacto de las piedras y del musgo que crece entre ellas en Potes (Cantabria). Volviendo a casa, los visitantes disfrutarán al contemplar las montañas brumosas de Somiedo, con sus casas escupiendo el humo a través de las chimeneas y con sus hórreos salpicando el paisaje de asturianía.

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No acaba ahí esta exposición de Pep Segura que también se fija en Cadavedo, con su Regalina en un atardecer tormentoso, y en un día cualquiera en Torazo (Cabranes), un lugar en el que el tiempo parece que siempre está suspendido.

Pero no lo está como queda demostrado cada vez que este pintor vuelve la vista y se fija en la costa y entonces aparecen las gaviotas cruzando el cielo y la espuma cubre y descubre rítmicamente las rocas que crecen por debajo del mar, creando pequeñas islas cuando baja la marea.

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