Hallan 24 estatuas de bronce etruscas y romanas de más de 2.000 años

En Italia ha tenido lugar uno de los mayores hallazgos arqueológicos hasta la fecha; en el yacimiento Bagno Grande de San Casciano dei Bagni -en la provincia de Siena (Italia)- se ha descubierto un gran conjunto de estatuas de bronce etruscas y romanas. En total son veinticuatro en perfecto estado de conservación y con más de dos mil años de antigüedad, puesto que se ubican en torno a los siglos I-II a.C.

Este nuevo hallazgo se ha convertido en el mayor yacimiento de estatuas de este tipo y en uno de los más importantes del Mediterráneo. Se trata de «un descubrimiento que reescribirá la historia y en el que ya están trabajando más de 60 expertos de todo el mundo», según declaró el etruscólogo a cargo de la excavación, el profesor Jacopo Tabolli.

El proyecto ha sido subvencionado por el Ministerio de Cultura y la Universidad para Extranjeros de Siena, con el fin de descubrir los secretos de una fuente romana cuyos inicios se remontan hasta el siglo III a.C. Como tal, los antiguos romanos -incluso antes, los etruscos- consideraban que las aguas termales de la zona eran sagradas, por lo que se construyó una fuente (Bagno Grande) donde se sabe que varios personajes importantes de la historia acudieron para purificarse (como el emperador Augusto).

La fuente se mantuvo operativa hasta el siglo V, momento en el que el cristianismo entró en auge y se dejó de utilizar. Las estatuas que allí se encontraban, en vez de haber sido destruidas, fueron depositadas en el interior del agua antes de clausurar definitivamente la fuente; motivo por el cual, hoy en día, se encuentran en perfecto estado de conservación. Gracias a ello, se han hallado también grabados escritos en etrusco y latín.

Además de las estatuas, se han descubierto varias de las ofrendas que se hicieron a lo largo de los siglos, como exvotos con la forma del cuerpo que se quería sanar o monedas con las que pedían deseos; de hecho, en el santuario se han encontrado cinco mil monedas de oro, plata y bronce. Un cantidad considerable, teniendo en cuenta que la fuente estuvo en uso durante casi mil años.

El descubrimiento de bronce de este yacimiento toscano es «inigualable, sobre todo porque hasta ahora se conocían principalmente estatuas de terracota de esta época», explicó el Ministerio de Cultura de Italia en un comunicado. El hallazgo ha ocurrido cincuenta años después del de los famosos bronces de Riace -ocurrido en 1972-, con los cuales se podrá empezar a comparar el conjunto de las recientemente descubiertas.

Los bronces de San Casciano representan las deidades veneradas en el lugar sagrado; en las últimas semanas han resurgido del barro caliente efigies de Hygieia y Apolo, así como un bronce que recuerda al famoso Arringatore, descubierto en Perugia y en las colecciones históricas del Museo Arqueológico Nacional de Florencia.

«El santuario, con sus estatuas, aparece como un laboratorio de investigación sobre la diversidad cultural en la antigüedad, un testimonio único de la movilidad etrusca y romana», añadió el profesor Tabolli. El arqueólogo italiano ha asegurado que el hallazgo de San Casciano es una «oportunidad única» para el redescubrimiento de la historia del arte de la época, en concreto, la etrusca y la romana en su paso por la Toscana.

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