Santiago Sánchez con Rebeca Valls y José Manuel Casany, protagonistas de la obra. E. C.
Santiago Sánchez, director de L'Om Imprebís

«Un estreno es como un parto, cuando la obra toma vida»

El creador valenciano dirige a Rebeca Valls y José Manuel Casany en 'Tu mano en la mía', que mañana se presenta en el auditorio del Niemeyer

M. F. ANTUÑA

GIJÓN.

Jueves, 14 de octubre 2021, 05:26

Nuevo estreno absoluto en Avilés. Esta vez el escenario es el auditorio del Niemeyer. L'Om Imprebís, compañía valenciana de amplísima trayectoria, sube a las ... tablas 'Tu mano en la mía', un texto de Carol Rocamora que indaga en la relación epistolar de Antón Chéjov y Olga Knipper. Rebeca Valls y José Manuel Casany dan vida a la pareja bajo la dirección de Santiago Sánchez. Mañana sale a escena.

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-¿Es verdad que siempre hace falta una semana más de ensayos?

-No, a veces trabajar con presión es muy bonito. Siempre nos gustaría poder alargar los procesos, pero la función llega en un momento muy maduro, después de siete semanas de trabajo con los actores. Un estreno es un momento muy especial. Me gusta poner la comparación con el embarazo y la importancia del parto, el momento del alumbramiento, has estado preparando y esperando algo y llega un momento en que se alumbra y la obra toma vida.

-¿Por qué esta historia?

-Es una maravilla. No es casual que de repente mucha gente se haya enamorado de la literatura con Tolstói, Dostoievski o Chéjov... Es porque nos hablan del alma humana. En un momento como este, de ansiedad, pensar que la cultura es buena para el alma y no es mero entretenimiento nos hace bien. Ninguna plataforma ni el 'streaming' pueden reflejar una obra como esta, no es casual que alguien como Peter Brook se fijara en ella. La gente del equipo que la ha visto dice que da ganas de saber más de Chejov, de leer más sus obras. Es un canto al amor, a las relaciones humanas, a la literatura y el arte.

-Es palabra y actores.

-Sí. Carol Rocamora es la principal traductora de Chéjov y lo que hizo fue coger las más de 400 cartas que él y Olga Knipper se cruzaron para ir tejiendo frase a frase una obra que parece del propio Chéjov. Es la verdad de lo que se escribieron, es como asistir a un momento de intimidad, por tanto es palabra y emoción, que va desde la carcajada hasta la lágrima. Hacen faltan dos grandes actores y Rebeca y José Manuel lo son.

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-¿Qué descubrimos de Chéjov?

-Muchas cosas que ni nos imaginamos de su vida. Es uno de los padres del teatro contemporáneo con apenas cuatro grandes obras. De esas cuatro, dos las escribe en esos seis años que conoció a Olga. Las mejores cosas que hacemos en la vida las hacemos por amor y 'Las tres hermanas' y 'El jardín de los cerezos' fueron regalos para ella, que además fue el pilar del Teatro del Arte de Moscú. Sin esta mujer no le conoceríamos como autor de teatro.

-Y también la descubriremos a ella.

-Es más desconocida y es impresionante, por su temperamento, carácter, convicciones.

-Ya no se escriben cartas. Solo tuits.

-De alguna manera, gracias al tuit, al whatsapp y el mail se ha recuperado la relación a través de escribir y transmitir sentimientos. Chéjov ya con 38 años estaba aquejado de tuberculosis grave y no podía soportar el clima de Moscú y San Petersburgo, de ahí esa relación epistolar, en la que está todo, la ausencia, la pasión de dos personas que en seis años se hicieron primero amigos, luego amantes, y después marido y mujer. Él muere con apenas 44 años y en esos seis últimos vive una segunda juventud.

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-¿Por qué estrenar en Avilés?

-En Avilés hay un lujo que se llama Antonio Ripoll, una persona de referencia en el teatro español y eso hace que haya un ciclo de estrenos que no lo tiene ninguna otra ciudad. Esta será mi tercera vez, la primera en el Niemeyer. Ya estrené en el Palacio Valdés 'Transición' y 'Un obús en el corazón', y siempre es bueno empezar aquí.

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