Edmundo Pérez: «Lo sublime se esconde en cosas que pueden parecer pequeñas»

Acerca del motivo que le ha llevado a tardar tanto en publicar sus versos, Pérez desvelaba que «he sido un poeta secreto que ha ido desgranando momentos y experiencias en poemas que pasaban a un cajón, pero hay también una razón personal y es que a mí no me cuesta compartir la prosa que escribo, sea novela, relato o los artículos en EL COMERCIO, pero los poemas siempre he sentido pudor en mostrarlos. Ahí estoy abriéndome, dejando ver mi interior, aunque al final decidí vencer el pudor». En el mismo sentido añadía que «como he comentado estos días con amigos, el que quiera conocer las causas que defiendo y por las que lucho, debe leer mi prosa, y el que quiera conocerme a mí por dentro, entonces debe leer la poesía».

El título de su libro, explicaba, surgió «pensando en ese conjunto de cosas que a veces sentimos como un peso difícil de llevar en la vida, esas rutinas que no tienen sentido o esas cábalas que nos impiden respirar, ante eso la abolición de lo mezquino se encuentra en la literatura» y a la vez, apuntaba «una segunda mirada me llevó a reflexionar sobre qué es lo mezquino de la vida, porque a veces lo sublime se esconde en cosas pequeñas y que pueden parecer de poco valor. La poesía, como decía Octavio Paz, tiene que ser lo que nos revele esa cara del mundo y nos ayude a reconstruirlo también».