La literatura se echa a las calles y se celebra con música, gastronomía y arte

Fueron muchos los establecimientos que incluso echaron la literatura a la calle. Lo hicieron, por ejemplo, en Clarín y en Matadero Uno y, precisamente, esta última celebraba su primer 23 de abril con las puertas abiertas. Cerca de ella, Cervantes también festejó con las firmas de libros de Christian González, Puri Penín, las guisanderas y Carmen Rueda, que estuvieron acompañadas por las melodías de un músico callejero.

Asimismo, el Museo Evaristo Valle celebró la efeméride inaugurando la exposición 'Libros redimidos', de Víctor Arrizabalaga. Esta muestra fija la vista en aquellos ejemplares salvados de la destrucción «para ser utilizados como escenario de una nueva práctica artística sostenible».

Y del arte a la gastronomía que se saboreó ayer en la Biblioteca de La Granja. Allí tuvo lugar una actividad en la que los participantes degustaron literatura y alimentos, pues hubo una merienda amenizada por la lectura de fragmentos de 'La Regenta'.

Fue una propuesta deliciosa que se sumó a las organizadas por la consejería de Cultura en las bibliotecas públicas asturianas. En ellas hubo mucho ambiente y muy variado porque la Biblioteca Ramón Pérez de Ayala celebró San Jorge con la apertura de la muestra 'La canción asturiana en discos 78 rpm'. Asimismo, en la Jovellanos de Gijón, los cronistas de la ciudad protagonizaron un montaje expositivo, en el que se puso en valor su labor a lo largo del tiempo.

Con todas estas iniciativas tan variadas, ayer era un día para recordar también que el gobierno regional destina este año 616.156 euros para impulsar y apoyar al sector del libro. De hecho, Cultura está tramitando subvenciones por valor de 75.000 euros para que los ayuntamientos puedan adquirir nuevos volúmenes.

Al mismo tiempo, el Principado desarrolla otras líneas de actuación, entre las que destacan las subvenciones convocadas para la creación literaria, los premios literarios y las ayudas al sector del libro, orientadas tanto a la edición como a la traducción y la asistencia a ferias de promoción literaria. En el caso de esta última línea para la edición de libros en castellano y asturiano, el presupuesto asciende a 185.000 euros. Entre tanta cifra, cabe destacar la buena salud de las letras, pues los préstamos en las bibliotecas regionales aumentaron casi un 10% con respecto al año anterior. Cada vez hay más hambre de libros.