Lucrezia Borgia, «contra el fascismo y el patriarcado»
Impactante. ·
El cuarto título de la temporada de la Ópera de Oviedo promete no dejar indiferente a nadie. Toda la trama se desarrolla en un matadero y se convierte en un alegato feminista sobre la denigración de la mujer, con prostitutas y esclavas en jaulasComo un árbol de Navidad en medio de un matadero lleno de sangre y mugre. Esa es una de las imágenes que condensan la potencia de la 'Lucrezia Borgia' que el próximo martes, 7 de diciembre, mientras la algarabía propia de estas fechas toma las calles, alzará el telón en el Campoamor, de largo la apuesta más cruda y arriesgada de la presente temporada de la Ópera de Oviedo. Cuarto título brutal, que, además, llega tras el regusto delicado que ha dejado en los aficionados asturianos una magnífica 'Bohème'. Un prólogo y dos actos con música de Gaetano Donizetti y libreto de Felice Romani basado en el drama, con el mismo nombre, de Victor Hugo, que se inspiró libremente en la figura histórica de la hija del papa Alejandro VI para encadenar para siempre, en el imaginario colectivo, la figura de la duquesa a su imagen de envenenadora lujuriosa, asesina incestuosa, sin corazón ni escrúpulos.
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Estrenada en el Teatro alla Scala de Milán en 1833, Donizetti hace en esta cumbre del bel canto una radiografía del mito morboso de Lucrezia, criada en una familia rodeada de rumores de incesto, adulterio, infidelidad, traición, asesinato y horror, retratando la psique de una mujer poderosa y frágil al mismo tiempo. En realidad, «una víctima de toda esa violencia, del poder, de la voluntad ajena, de la voluntad de otros, concretamente hombres», resume la florentina Silvia Paoli, a cargo de una valiente dirección de escena y quien precisamente hace una interpretación psicológica de la obra.
Y, para eso, traslada la trama a la Italia de los años treinta, donde el auge del fascismo marcará los modelos del comportamiento femenino regidos por los vicios ocultos y las virtudes públicas en una sociedad totalmente androcéntrica, ingredientes parecidos a los que enfrenta Lucrezia. Una sociedad «donde las mujeres constituyen el acompañamiento de una cena envenenada, siempre afables y corteses. Unos floreros tan exquisitos como frívolos». Y, a pesar de todo, ella misma acabará siendo descrita, «por aquellos mismos hombres, como malhechora, infame, mentirosa, perjura, ponzoñosa, impura, trastocada, malvada, odiosa y cruel».
Pero la Borgia no es un monstruo, sino el producto de esa brutalidad con la que convivió toda su vida, «una bestia enjaulada rodeada por sus verdugos. No es una envenenadora. Es una mujer a la que no se entendió ni se escuchó nunca». Así que la propuesta de Paoli, que sitúa todos los acontecimientos en un matadero que simboliza que no hay escapatoria y la afectividad enferma de los protagonistas, que solo genera infelicidad y muerte, ha querido hacer «una crítica al fascismo y al patriarcado» sin medias tintas que promete no dejar indiferente a nadie. Menos aún, a los espectadores de gusto más clásico.
Claves
Cuatro roles principales.
Cumbre del bel canto
La ópera es una de las partituras más destacadas de Donizetti y una de las cumbres del bel canto. La soprano canaria Yolanda Auyanet, que debuta en la temporada ovetense, dará vida a Lucrezia; Celso Albelo será su desdichado hijo; Roberto Tagliavini, que también debuta en el Campoamor, interpretará a Alfonso de Este, y Silvia Tro Santafé completará el reparto dando vida a Orsini.
Tras Tenerife.
Coproducción de Cuatro teatros
Cuatro teatros: la Ópera de Oviedo, el Teatro Comunale di Bologna, la Ópera de Tenerife y La Maestranza de Sevilla coproducen esta ópera. Después de Tenerife, Oviedo es la segunda plaza en la que se representa.
7, 9, 12, 15 y 18 de diciembre.
Cinco funciones
Este título, el cuarto de la temporada, se representará los días 7, 9, 12, 15 y 18 de diciembre (19.30 horas). Yves Abel estará al frente de Oviedo Filarmonía y Silvia Paoli dirige la propuesta escénica ambientada en la década de los años treinta del pasado siglo en Italia.
Porque, además, para ella «hay mucha conexión entre el Cinquecento italiano y la época fascista, cuando la mujer tenía que quedarse en su lugar y la virilidad se volvió el rasgo dominante del perfecto italiano;cuando el poder se fue ejerciendo sin control alguno, hasta volverse depravado y alucinado». Y porque Paoli está convencida de que «es importante aproximar el relato a eventos que todavía nos tocan de cerca, en lugar de ir alejando de nosotros esas vicisitudes, escondiéndose entre aterciopeladas cortinas renacentistas». Por si quedaba alguna duda:«Par mí, es de vital importancia, sobre todo hoy en día, posicionarse claramente con respecto al régimen fascista de Mussolini».
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Y, además, como recuerda la italiana, «el mismo compositor lleva a la música las características de la tiniebla. Junto con melodías conmovedoras, aparecen los tonos de la oscuridad, de la alevosía, tintes nocturnales e inquietantes que nos trasladan a una realidad deformada, peligrosa y enfermiza».
'Caperucita' y el lobo feroz
Dicen quienes ya han podido ver en Tenerife esta coproducción de la temporada tinerfeña, la Ópera de Oviedo, el Teatro Comunale di Bologna y La Mestranza de Sevilla que el resultado es de extrema crudeza e impacta por la sensación de opresión y de depravación que transmite, con una ambientación en la que predominan los fasces, símbolo de la dictadura, y la monumentalidad mussoliniana. Una fábula macabra y un punto 'gore' aderezada con un elegante vestuario que comienza con una 'Caperucita' perseguida por el lobo feroz y que incluye todo un catálogo de denigración de las mujeres, reducidas a ser prostitutas o esclavas desnudas encerradas en sus jaulas.
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En los roles principales, cuatro voces excepcionales auguran éxito:la soprano canaria Yolanda Auyanet –que debuta en la temporada dando vida a Lucrezia–; Celso Albelo, que será su desdichado hijo; Roberto Tagliavini, que también se estrena en el Campoamor e interpretará a Alfonso de Este, y Silvia Tro Santafé, que completará el reparto dando vida a Orsini.
El maestro Yves Abel, bien conocido por el público asturiano ('Peleas y Melisande'), dirigirá a Oviedo Filarmonía y Pablo Moras se pondrá al frente de un coro exclusivamente masculino.
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