El drama de Agnetha Faltskog, la cantante rubia de ABBA
La gira que ha anunciado el grupo para 2019 no será presencial y una de las razones puede ser el deseo de no mostrarse en público de Agnetha Fältskog
Viernes, 11 de mayo 2018, 12:59
ABBA fue lo más en la década de los 70. Los reyes de las pistas de baile. Ahora anuncian su regreso con dos nuevos temas y una gira.
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Después de casi cuatro décadas sin lanzar un álbum de estudio, los 'cuatro fantásticos' de la música volverán a las pistas. Pero, pese a la revolución que esta noticia ha generado entre sus fans, se cuestiona las razones detrás de esta inesperada unión. Algunos se atreven a decir que podría tratarse de dinero o necesidad de fama.Después de casi cuatro décadas sin lanzar un álbum de estudio, los 'cuatro fantásticos' de la música volverán a las pistas. Pero, pese a la revolución que esta noticia ha generado entre sus fans, se cuestiona las razones detrás de esta inesperada unión. Algunos se atreven a decir que podría tratarse de dinero o necesidad de fama.Por ello, la cantante desarrolló una especie de fobia a las giras, por lo que optó por 'recluirse' en una isla rural llamada 'Ekero', donde preferiría la compañía de sus animales a la de los humanos. «He sido descrita como misteriosa, pero no lo soy. Es sólo que mi vida contiene tantas otras cosas (que no son la música): como mis perros y un gran sitio en el campo», comentó en 2013. Su segundo matrimonio tampoco funcionó y en 2003 se vio obligada a denunciar a su ex Gert Van Der Graaf, que finalmente fue deportado a Holanda por acosarla.
Sobre Agnetha se ha especulado hasta la sociedad: el suicidio de su madre, su turbia relación con su acosador Gert van der Graaf, su enemistad con Frida Lyngstad y que decidiera apartarse de los focos y entregarse a una privacidad que bien le era merecida.
Ahora se pone sobre la mesa una duda que oprime el pecho de cualquier seguidor de ABBA: ¿Está Agnetha bien?
Durante tres de los años que lleva viviendo en Ekerö, Agnetha ha tenido que soportar que un fan la acosara hasta el extremo: le escribió cientos de cartas y la esperaba fuera de su casa en un coche hasta que, finalmente, encontró una vivienda a pocos metros donde asentarse y convertirse en su vecino. «Me llamaba tres veces al día y me seguía a todas partes», explicó a la policía. «Mi vida ha sido extremadamente limitada por esto y ya no me atrevo a salir sin compañía».
Aunque Abba se separó en 1982, después de haber vendido cerca de 400 millones de discos, la fama de introvertida, su miedo a volar y supuesta tendencia a la depresión, persigue a Agnetha. Aunque ella sigue tranquila en su granja de la isla de Ekero, en Estocolmo.
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«Hemos pensado que después de 35 años sería estupendo unir de nuevo nuestras fuerzas y grabar. [Una vez en el estudio] es como si el tiempo se hubiera detenido: una experiencia jubilosa», reza la nota que anuncia la gira.
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