El Aquasella dice adiós por todo lo alto tras cien horas de desenfreno

No hay tiempo para dormir ni para tomarse un respiro en el Aquasella. El festival alcanzó ayer su cuarta jornada de desenfreno, a golpe de artistas como Carnada, Essan y Frank Kvitta. Estos músicos lo dieron todo sobre un escenario en el que desde el miércoles no hay prácticamente ni un solo minuto de silencio. Los presentes lo agradecen y, desde el prau donde tiene lugar la cita, echan el resto con saltos, manos en alto y coros, que van dejando claro día tras día y noche tras noche que los asiduos a este certamen son realmente incansables.

Ayer había tantas ganas de fiesta que muchos incluso tenían la intención de hacerse un doblete y no pegar ojo en toda la noche. La ocasión lo merecía –y casi que lo exigía– porque, a lo largo de esta madrugada, las melodías estaba previsto que corrieran a cargo de estrellas del techno como Wallis Live, Aida Blanco, Vendex y Azyr.

Nadie quería perderse sus sesiones ni tampoco las que estaban programadas para esta mañana. Cristóbal Pesce, Gejou Hybrid Live Set y Sara Landey fueron los encargados de dar la bienvenida al domingo y de montar una buena fiesta con el vermú.

Con sus ritmos, tendrán que conseguir que no decaigan los ánimos porque después de ellos están previstas las actuaciones de Luxi Villar, Paul Darey, Carlos Chaparro y Chanin como broche de oro.

A las 18 horas, acabarán los conciertos y, con el silencio, llegará el momento de recoger las tiendas de campaña, llenar de nuevo la mochila y emprender el camino de regreso a casa o, mejor dicho, hacia la cama, porque es imposible no caer rendido después de casi cien horas de euforia.

La mayoría de los asistentes repetirá el próximo año porque, como ya se sabe, el Aquasella es una cita ineludible para todos los amantes de la música electrónica que este año disfrutaron de nombres como Óscar Mulero, Fátima Hajji y Gonçalo Miranda, entre otros muchos del firmamento tecno.