El blues y el rock hacen bailar al Gijón Sound
Los conciertos de Los Vólidos, Guadalupe Plata, Los Estanques, Santero y los Muchachos y Calizo llenaron la carpa de fans de todas las edades
Varios niños saltaban ayer en los charcos que se formaron bajo la carpa del Gijón Sound. Era la hora del vermú y había público de ... todas las edades esperando a que Guadalupe Plata irrumpiera en el escenario de la plaza Mayor y comenzara por fin la fiesta. Lo hizo con más de media hora de retraso, pero poco les importó a los presentes que estuvieron disfrutando de la demora entre cervezas, amigos y la buena música que salía disparada desde los altavoces.
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Eso sí: cuando empezó el concierto, la alegría se multiplicó todavía más. El recinto estaba abarrotado de melómanos que derrocharon energía, para arropar a este dúo de blues de Úbeda que puede presumir de tener ritmos muy animados en canciones como 'Baby me vuelves loco', '...Calle 24' y 'Qué he sacado con quererte '. Hubo muchos bailes, muchos saltos y muchos brazos en alto para celebrar la propuesta de este grupo.
Y la llama se mantuvo prendida cuando Los Vólidos les tomaron el relevo, para dar rienda suelta al rock and roll de raíz del que siempre hacen gala. Ellos llevaron al numeroso público a hacer un viaje por los años treinta, cuarenta y cincuenta, a través de temas como 'Savoy club' y 'Hot rod woman'.
Con ellos acabó la primera ráfaga del día del Gijón Sound, que volvió a la carga a última hora de la tarde y por partida triple porque por el escenario pasaron Los Estanques, Santero y Los Muchachos y Calizo. Precisamente este último grupo descorchó la velada con una propuesta de rock cósmico con influencias muy españolas y con referencias de otro tiempo. Lo dijeron: «Estamos encantados de estar en Gijón» y lo demostraron con folk tradicional, rock de raíces, letras poéticas con una lírica muy personal y hasta con un homenaje a Leonard Cohen. No les faltaron tampoco los recuerdos de Lole y Manuel que marcaron su infancia y que se atisbaban tanto en las letras como en las melodías. 'Cristal y papel', 'Pájaro de agua' y 'Amanecer' fueron algunos de los temas con los que más se animó una fiesta que, según iban pasando los minutos, tenía más público disfrutando.
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Tanto es así que la carpa ya estaba prácticamente abarrotada cuando aparecieron Los Estanques en escena. Ellos se lanzaron sin miedo al pop psicodélico que hizo las delicias, sobre todo, de los nostálgicos de los setenta. 'Brillabas', 'He bebido tanto (que...)' y 'Tu pelo de flores' se ganaron los aplausos de un auditorio que estaba totalmente entregado a la causa. Había público de los veinte en adelante y todos por igual se rompieron las gargantas acompañándolos y les dieron calor con los bailes que iban ganando en intensidad según se iba imponiendo la oscuridad.
El broche de oro a la noche lo pusieron Santero y Los Muchachos. Ellos de nuevo echaron mano del rock, aunque el suyo fue más sosegado y con ecos de las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta. Le dieron mucha caña a la noche con 'Ventura', 'Estamos bien' y 'El perdedor', temas de los que la gente disfrutó y que fueron agradecidos con aplausos y vítores.
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Hoy continuará la marcha, de nuevo en la sesión vermú (13 horas) y de nuevo en la plaza Mayor. Esta vez será a cargo de Magali Datzira y de Kamikaze Helmets, los encargados de cerrar el Gijón Sound, una cita que año tras año consigue llenarse de público y reivindicar a aquellos grupos y artistas que no suelen encontrar hueco en los festivales comerciales.
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