La primera y la última vez de Sabina en Gijón
Un libro con recortes de EL COMERCIO y fotos de su paso por la ciudad es el regalo que se llevó el artista tras su última actuación, además de una camiseta del Sporting
El título de la actual gira de Joaquín Sabina, 'Hola y adiós', nos sirve perfectamente para describir la relación del cantante con Gijón, ... la ciudad de la que se despidió este miércoles y a la que dedicó elogios y agradecimientos durante todo su concierto. Nada más salir a escena recordó que era esta «de las ciudades más importantes» para él y para su carrera, porque «muy al principio me sentí muy bienvenido. Me ayudó mucho en mis inicios». Inicios que fue recogiendo el periódico que tienen entre las manos.
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Así, el 3 de noviembre de 1978, hace la friolera de 47 años, contábamos que «Joaquín Sabina es un joven cantautor, original donde los haya, y su recientemente editado elepé 'Inventario', una joya con estética fresca, premeditada y deliciosamente 'camp'». Y lo publicaba EL COMERCIO tras su primer concierto en la ciudad, en el Café Concierto, una sala de la calle Ezcurdia, frente al Muro, propiedad de Felipe y Bottamino. Por un anuncio del periódico, sabemos que tocó también en sesión doble, de tarde y noche, el 17 de junio de 1980. Lo haría en varias ocasiones, ni él mismo recuerda cuántas, ante 30 o 40 personas. Sabina llegaría después a tocar en el emblemático 'entoldado' de la Plaza Mayor, aunque en el 86 ya metería a 8.000 personas en El Bibio, las mismas que se despidieron de él ayer en el Parque Inglés. Eso sí, también aclaró en su día en estas páginas que el 'pueblo con mar' de la canción 'Y nos dieron las diez' era Lanzarote, no Gijón, como muchos pensaban.
Aquí triunfaría año tras año, con llenos en El Bibio, en el Jovellanos, en Las Mestas, en el Palacio de Deportes... «Durante diez o doce años Gijón fue el lugar del mundo donde yo me sentía más abrazado y más apadrinado», llegó a contar Sabina en estas páginas, recordando las críticas que le hizo en su día J. J. Medina, «críticas muy buenas a las que no estábamos acostumbrados».
Todo eso y mucho más se llevó de regalo Joaquín Sabina en un libro que le entregó el Ayuntamiento de Gijón como recuerdo. Con fotos de, entre otros, Joaquín Pañeda –la principal que ilustra esta información es una de ellas–, Paloma Ucha, Armando Álvarez, José Vallina, Juan Carlos Tuero, Xurde Margaride... También se llevó una camiseta rojiblanca, regalo del Sporting. «Gracias eternas, Gijón. Hasta siempre». Esas fueron las últimas palabras de Sabina antes de adentrarse en la oscuridad de las bambalinas, después de dar por finalizado su último concierto en la ciudad de sus primeras veces, la ciudad que le quiso como solo se quiere a los amores que nunca tendremos.
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