Las reliquias que custodia el tesoro del Arca Santa
Varios son los listados documentados del contenido de Arca y entre los objetos sagrados destacan el Santo Sudario y el 'Lignum Crucis'
El Arca Santa es por sí sola un tesoro artístico y una joya sagrada de las más relevantes de cuantas custodia la Catedral de Oviedo, pero realmente lo que la hace singular y por la que ha sido objeto de veneración durante siglos es el contenido que guarda en su interior. En 1344 cuando se funda la Cofradía de la Cámara Santa se describe su contenido refiriendo que se hallaron «en ella muchas arquetas pequennas, las unas eran de oro, las otras de plata, las otras de malfil, e cada una dellas sobre escripto los nombres de las vertudes e de las relicas que en ellas venían». No deja de resultar curioso que 600 años después, cuando el arqueólogo Manuel Gómez-Moreno publica en 1945 el resultado de su trabajo de restauración del Arca (dañada en los sucesos de octubre de 1934), anota que esa misma disposición de las reliquias es la que se encuentra él, pero en lugar de pequeñas cajas, los objetos sagrados se conservan en saquitos, cada uno con una tira de pergamino que detalla lo que contiene. Estos hallazgos se corresponden básicamente con los citados en al acta de la apertura del Arca en 1075 y que se repite, con un listado más amplio en repertorios como el de Liber Testamentorum y otros europeos, como el de Valenciennes.

El inventario de 1075 da noticia de 83 objetos sagrados relacionados con Jesús y la Virgen María, los más importantes: el 'Lignum crucis' (madera de la cruz), Santo Sudario y parte de la Sábana Santa, sangre de Cristo, pan de la Última Cena, piedra del Sepulcro y tierra pisada por Jesús, leche de la Virgen y restos de su vestido, además de hasta un total de 60 restos de santos y mártires y objetos relativos al Antiguo y Nuevo Testamento.

En los inventarios posteriores como los citados aumenta la relación de reliquias, especialmente las relacionadas con Jesucristo y Tierra Santa, así al 'Lignum Crucis' y el Santo Sudario, se amplía el listado con coronas de Cristo, su túnica, tierra del Monte de los Olivos y del cementerio donde resucitó Lázaro, pañales del pesebre de Belén, cabellos de la Virgen María, vara de Moisés, manto de Elías, cabellos de San Juan Bautista y María Magdalena, pan del milagro de la multiplicación y una hidra de las bodas de Canáa o una sandalia de San Pedro. De todas ellas, las que han proporcionado más fama y prestigio a lo largo del tiempo a la Catedral ovetense han sido sin duda las relacionadas con Jesús y por encima de cualquier otra el 'Lignum Crucis' y el Santo Sudario. La transcendencia del contenido custodiado en el Arca Santa llevaría al obispo de Oviedo don Gutierre en el siglo XIV a instituir una celebración dedicada a ellas, la Fiesta de las Santas Reliquias, establecida el 13 de marzo, la fecha de la Apertura del relicario por el rey Alfonso VI y en la misma centuria, como se mencionaba antes, también se constituirá la Cofradía de la Cámara Santa o de San Salvador, gracias a una bula del Papa Clemente VI.

La Cámara Santa sería declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998, una condición que ya tenía para las generaciones de peregrinos que acudieron durante siglos a venerar las reliquias del Arca Santa, en especial el Santo Sudario y el 'Lignum Crucis'. Las joyas más sagradas del tesoro de Oviedo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.