Seis artistas asturianos diseccionan en Laboral las tradiciones, la ecología y la desindustrialización

Esta ovetense combina lo digital con los dibujos, echando mano de las flores con diferentes materialidades que se fusionan entre ellas con proyecciones, piezas en metacrilato y la superposición de imágenes. Y, a su vez, Chylo combina lo orgánico con lo artificial, utilizando los hongos que sacan a la luz «una dualidad entre lo natural y lo artificial». Son dos conceptos antagónicos que, en sus piezas, se dan la mano y se adhieren a la pared en colores fosforitos y formas que difuminan los límites entre el paisaje y el arte.

Y, precisamente, en el paisaje desindustrializado se fija Alba Matilla, a través de «una pieza interactiva», en la que la creadora muestra su interés «por la memoria histórica y por el contexto de abandono». A este recorrido virtual, se suman varias pinturas que tienen «la misma importancia en este proyecto y que se retroalimentan la una a la otra».

Los distintos formatos enriquecen las propuestas como le ocurre a Ana Argüelles, quien presenta el vídeo 'Festina Lente', que fue solo su punto de partida de la residencia, ya que después del audiovisual se centró en aprender la técnica de la malla de Luanco. «Hice una reinterpretación de la cortina que siempre estuvo en casa de mis abuelos», contaba, rodeada de imágenes de la «vida cotidiana».

Asimismo, Guillermo Braga mezcla «la fotografía y los medios audiovisuales» porque «quería» generar la imagen de un corazón de ballena y, para ello, utilizó varias fuentes literarias, sin olvidarse por supuesto de 'Moby Dick'.

Elise Florentino cierra la nómina de creadores, con su proyecto 'Paraíso Ciguapa', que está articulado a través de diversas técnicas, incluyendo la escultura. Eso sí: en Laboral presenta un dibujo con carboncillo, que le nació durante un viaje a su tierra natal, Santo Domingo. «Yo llevaba muchos años sin convivir con mi gente, pero recordaba mucho su realismo mágico», cuenta. Y, con esa idea en la cabeza, le apeteció «inventar una criatura», que está ahora en la pared de Laboral.

«Al final hice un bestiario para llegar a la conclusión de que quería verlas moverse y empecé a hacer una animación que enseñaré cuando crea que está bien», se reía, convencida de que esto es solo el principio. «Este es el punto de partida para muchas cosas que quiero empezar a partir de ahora», contaba, agradecida por el futuro que empieza en Laboral.