El Trail Alto Aller derriba las barreras
500 participantes desafiaron un recorrido duro, técnico y exigente, en ocasiones por encima de los 2.000 metros, endurecido por la lluvia
Lo cierto es que muchos aficionados miran a la montaña con la idea de derribar barreras. Disfrutan de las carreras, de la competición, de la ... motivación por construir nuevos sueños. Detrás de cada dorsal hay muchos motivos personales y otras tantas razones, a veces mimetizadas en la soledad del atleta. Las imágenes hablan por sí mismas. Las más recientes, las de ayer del Trail Alto Aller, que reúne todos los requisitos y la suerte de mostrar las excelencias de su entorno, aunque quienes conocen a fondo esta disciplina coinciden en que la clave para participar en un trail es ser realista respeto al objetivo propuesto y concienzudo en la puesta a punto.
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La competición ofreció escenas de sufrimiento, en las que los participantes se retuercen. 500 deportistas, llegados de toda la geografía española, se enfrentaron a un recorrido duro y exigente, a lo que hubo que sumar la altura (en ocasiones por encima de los 2.000 metros) y unas condiciones meteorológicas realmente adversas. Lluvia. Niebla. En la primera parte, tramos técnicos con subidas y bajadas rocosas que pusieron a prueba la resistencia física y la habilidad técnica. Despues, los corredores se adentraron en frondosos bosques. Entre ellos, el majestuoso bosque del Gumial.
El cántabro Borja Fernández dominó de principio a fin la prueba de la distancia larga (34 kilómetros), mientras que en la categoría femenina fue la asturiana Aida Campos la que se alzó con la victoria. Ián Morán y Laura Ordiales se hicieron con el triunfo en la distancia de 15 kilómetros. Y, en la prueba de 8 kilómetros, Íker San Martín y Aitana de Valles fueron los primeros en meta.
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