«Llego con ganas de competir y ayudar a un Adba Sanfer con muchísimo potencial»

Criada en la cantera del Oviedo y con una experiencia en el Segle XXI de Barcelona antes de iniciar su etapa universitaria en Tennessee (Estados Unidos), la espigada jugadora de 1,87 metros desembarca en el Adba por unos meses con la idea de «competir y de ayudar al equipo. Croe que el Adba tiene una plantilla con muchísimo potencial, joven y con ilusión por el baloncesto. Son las chavalas de Avilés, un grupo de amigas que va más allá de la cancha y eso se nota», explica.

A pesar de que llevaba ya tres años en Estados Unidos, su adaptación al vestuario ha sido muy rápida, pues «ya conocía a varias jugadoras. Laura Martínez y Elena Guijo son de mi edad y Sara Fraile tiene un año más, pero he compartido con ellas selección y hemos jugado muchas veces en contra cuando yo estaba en el Oviedo. Me he encontrado un gran vestuario y eso seguro que nos ayudará en esta fase importante de la temporada que nos queda».

Marta regresó a Asturias a finales de enero por un doble motivo. «Por un lado, mi madre está un poco 'pachucha', como se suele decir, y además yo estaba allí en un momento en el que no estaba disfrutando del baloncesto. No estaba a gusto y me di cuenta de que al baloncesto juego porque me gusta y porque lo disfruto. Si no es así no tiene mucho sentido. Coincidieron ambas circunstancias y me decidí a volver unos meses. Me surgió la opción del Adba y estoy ilusionada».

En todo caso, su aventura avilesina será temporada. «Estoy metida desde hace unos días en el mercado de fichajes de la Liga Universitaria y tengo claro que voy a volver. Allí me dan la oportunidad de jugar al baloncesto en el mejor lugar del mundo, estudiar una carrera... Me queda un año de Universidad y quiero acabar allí una experiencia muy bonita. Cuando acabe el doble grado en periodismo y comunicación que estoy haciendo me quedará más beca todavía, y trataré de hacer algún máster o doctorado», relata. De todos modos, lo normal es que no sea en Tennessee. «Ya se me ha abierto alguna opción y en principio lo normal es que cambie. Depende también de las convalidaciones».

Pero para volver todavía queda tiempo. Marta se centra ahora en su presente con el Adba Sanfer, un histórico que está en pelea por el ascenso a Liga Femenina 2, ahora tercera categoría nacional. Cuando se le pregunta por su posición, prefiere no cerrarse miras. «Soy jugadora de baloncesto. Limitarte a una única posición me parece un poco antiguo. Es verdad que soy la más alta del equipo, pero imagino que la posición dependerá del partido y de cómo nos defienda el equipo contrario», sonríe.

También del técnico Carlos Galán, al que también conocía de antes. «Entrenaba a selecciones cuando yo estaba jugando aquí en Asturias, hemos jugado incluso alguna 'pachanga' juntos y está claro que su presencia en el banquillo también me animó a venir. Me consta que está llevando muy bien el equipo», concluye.