Joaquín Valdés: «Es un orgullo que en Asturias sigan al PSG»
El asturiano Joaquín Valdés, un profesional clave en el 'staff' de trabajo de Luis Enrique, charla con EL COMERCIO. «El único que no puede aparentar estar nervioso en esta situación es el psicólogo», bromea
«¿El psicólogo del PSG se pone nervioso ante la final de la 'Champions'?», le pregunta EL COMERCIO a Joaquín Valdés (Oviedo, 1965), que sonríe sentado en una habitación del edificio principal del Campus Paris Saint-Germain. «Siempre que me preguntan esto digo que el único que no puede aparentar estar nervioso es el psicólogo. Si lo estuviera, apaga y vámonos», suelta entre risas el otro gran embajador de Asturias en la ciudad de la Torre Eiffel, parte imprescindible del equipo de trabajo de un entrenador que quiere hacer historia y llevar al PSG a ser el mejor del mundo. Unos minutos antes, Luis Enrique le 'pincha' con guasa: «Este es de Oviedo, pero, eso sí, vive en Gijón».
Joaquín Valdés, que en junio cumplirá 60 años, es el compañero de viaje inseparable de 'Lucho' desde que ambos se reunieran en el banquillo del Barcelona B. «Empezamos en 2008», recalca este prestigioso profesional, pieza clave en el PSG y una persona ligada al deporte de alto rendimiento desde siempre. Destacó en sus inicios en el judo de competición, un deporte que siempre le apasionó, y en el que es séptimo dan. «Siempre he intentado mantener el control en este tipo de situaciones. Aquí no solo es lo que digas, sino también lo que hagas, lo que transmites: serenidad. En una situación como esta, la tensión y la presión aumentan y sí que realmente hago un esfuerzo consciente por mantener esa calma», continúa.
Amante también del esquí, del ciclismo de montaña, al fútbol lleva vinculado media vida. Fue un profesional pionero en el Sporting como psicólogo entre 2000 y 2005. Y tres años después llegaría esa unión con Luis Enrique, haciendo camino como cuerpo técnico en Roma, Vigo, Barcelona, Las Rozas (la Selección) y, enfocados estos días en coronar al PSG en la 'Champions', París. De conseguirla, sería la segunda en un palmarés rebosante de éxitos y que les sitúa como el cuerpo técnico del momento a nivel mundial. «Ha pasado todo como si fuese un relámpago. Cuando uno quiere intentar ser consciente de todo lo que ha sucedido hasta ahora, parece que fue ayer y no, ya empezamos en 2008», rememora. «Lo que está claro es que Luis mantiene la energía del principio. Y hay que seguirle para poder estar al más alto rendimiento», apostilla diez minutos después de que Luis Enrique, con el propio Joaquín Valdés siguiendo su comparecencia de pie entre los periodistas que martillean teclados en la sala de prensa del Campus PSG, haya ofrecido su intervención en el 'Media Day'.
Es el único miembro del 'staff' técnico original del entrenador gijonés que se mantiene desde la época del Barcelona B, lo que delata un carácter competitivo a juego con el del entrenador gijonés. «Lo que está claro es que cuando hablamos de alto rendimiento, aquí es una cuestión de esto, de rendimiento. He intentado en todo momento mantener el nivel de exigencia en los equipos en los que hemos estado», explica. Y no es sencillo aguantar el ritmo de vértigo de Luis Enrique: «Es una esponja que va incorporando a su forma de trabajar todo lo que le pueda hacer mejorar».
Un líder nato. «Escuchas sus charlas, su forma de comunicar, su interés en mejorar las cosas... Gracias a Dios hemos podido mantener esta relación, que no es fácil, porque este no es un trabajo cualquiera. Se conviven miles de horas y es todo súper intenso. Pero Luis es un maestro de la gestión en este tipo de cosas», incide Joaquín Valdés.
De visita reciente en Asturias para coger fuerzas de cara a la disputa de la final de la Copa de Francia y, por supuesto, de la 'Champions League', también percibió una atención especial en la 'tierrina' hacia el PSG. «Hay gente que nos está viendo. Nos sorprende y nos agrada, es un motivo de orgullo, pero no es algo que me extrañe mucho porque Luis siempre ha sido un embajador total y absoluto de Asturias, de Gijón, de todo lo que suponga su tierra. La gente creo que le devuelve un poco ese cariño interesándose por cómo le va a él».
Acostumbrado al éxito, Joaquín Valdés no lo normaliza. Él, como 'Lucho', sabe lo que cuesta. «No es tan normal, hay que valorarlo mucho». «Yo procuro aplicarme un poco las estrategias que les digo a otros que hagan, centrarme más en el presente, en las tareas que nos pueden hacer llevar a conseguir el objetivo y en todo lo que podemos controlar», expone el psicólogo. Solo en París ya suman: dos Ligue 1, dos Supercopas, una Copa de Francia (juegan la final por la segunda el domingo), el año pasado alcanzaron las semifinales de la 'Champions' y este, a por el título.
El momento Sporting
En esta locura de días también hay un paréntesis para el Sporting. «No puedo hacer un seguimiento profundo, pero empezaron una temporada bastante ilusionante y han ido poco a poco perdiendo algo de fuelle», aprecia. «El Sporting es un equipo de Primera, pero lleva muchos años en Segunda y quizá no hay que centrarse tanto en ese algo, sino en lo que puedes controlar. Todos deseamos, tanto como aficionados y como profesionales, que vuelva a estar en Primera y desde luego que lo conseguirá, pero hay que tener mucha paciencia», considera el psicólogo asturiano, quien se despide con un apretón de manos y un cariñoso «buen viaje» antes de volver a sumergirse en la concentración del PSG.
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