El racismo en el fútbol: medidas y sanciones en Inglaterra, Alemania, Francia e Italia

Los insultos racistas que el jugador del Real Madrid Vinicius Júnior lleva recibiendo durante toda la temporada han vuelto a sacar a la palestra una serie de cuestiones sobre la existencia del racismo en el fútbol español. La gota que colmó el vaso fue el último partido en Mestalla, donde el jugador fue recibido por parte de la afición del Valencia al grito de «mono». El jugador denunció posteriormente los hechos a través de sus redes sociales y pidió la intervención explícita de La Liga.

No se trata de un caso aislado y este tipo de situaciones también tienen lugar en otros países. ¿Cómo se afrontan estas situaciones en Inglaterra, Francia y Alemania?

En Inglaterra las sanciones incluyen no volver a pisar un campo de futbol en mucho tiempo para los aficionados implicados en temas relacionados con los insultos racistas. Esta medida amedrenta, pero no elimina este tipo de actitudes que han encontrado un refugio indiscutible en las redes sociales, donde se ocultan tras sus nombres de usuario.

Además, la Premier League puso en marcha en febrero de 2021 una nueva iniciativa para concienciar sobre estas actitudes en el campo: No Room for Racism Action Plan (Plan de Acción no hay Espacio para el Racismo). No se trata de la primera medida que se toma al respecto y las leyes se han ido reforzando con el tiempo. Ya en 1986 con la Ley de Espectadores de Fútbol se empezó a sancionar prohibiendo la entrada, parcial o permanentemente, al campo a aquellas personas amonestadas. Posteriormente, en 1991 la Ley de Desórdenes y Ofensas en el Fútbol empezó a penalizar las actitudes racistas de forma individual, ya que hasta la fecha solamente se tenían en cuenta si las realizaban dos o más personas.

La Federación Alemana de Fútbol (DFB) suele aplicar el protocolo de actuación en tres pasos desarrollado por la UEFA y la FIFA, los dos máximos organismos del fútbol europeo y mundial. El primer paso: el árbitro suspende el juego y se avisa por megafonía. Segundo: si persisten los insultos, los equipos entran al vestuario y nuevo aviso. Tercer paso: se cancela el partido.

La propia Liga Alemana de Fútbol cuenta con distintos talleres e iniciativas para frenar las actitudes racistas que salpican al fútbol.

En Francia la condena puede alcanzar el año de cárcel y los 45.000 euros de multa para aquellas personas que pronuncien injurias de tipo racial. El Código Deportivo contempla esta opción en su artículo número 332, donde establece un año de prisión y una multa de 15.000 euros. También se aplicará a aquellas personas que lleven pancartas o símbolos racistas, que además, no podrán entrar en un campo de fútbol en cinco años.

La Federación Italiana de Fútbol incluyó en 2019, la posibilidad de suspender temporalmente los partidos en caso de gritos o cánticos racistas, respondiendo al protocolo en tres pasos de la UEFA y la FIFA.

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