Vistoso equilibrio de fuerzas en Ganzábal

El Langreo y el Oviedo B protagonizaron un vibrante empate (2-2) en Ganzábal, escenario de un duelo iniciado con buen ritmo y goles que mantuvo la alternancia hacia ambas porterías hasta los minutos finales. Los locales, que mantienen su condición de invictos como anfitriones, fallaron la primera oportunidad generada y a continuación se vieron sorprendidos por una buena conducción de Javi Cueto que asistió en el balcón del área a Vanderson para que el atacante brasileño mandase el balón al fondo de la portería defendida por Adrián Torre.

Poco le duró la alegría a los carbayones, porque solamente tres minutos más tarde un balón a la espalda de los centrales oviedistas dejó a Pana mano a mano con Berto, al que batió por debajo de las piernas en su salida. El Langreo atisbó desde los primeros compases que podía tener espacio a la espalda de una defensa algo lenta y adelantada.

El conjunto dirigido por Ángel Rodríguez, tras lanzar un aviso, volteó el marcador en el minuto 24, cuando un precioso pase filtrado a la carrera de Álvaro Gómez entrando desde atrás dio paso a una asistencia de gol a Pana, que volvió a perforar la meta de Berto Hórreo. El Langreo mostraba más contundencia ofensiva que un rival que trataba de asumir la iniciativa, pero sin muchas llegadas peligrosas a la portería local.

A siete minutos del descanso Ángel Rodríguez perdió a uno de los baluartes de sus alineaciones, Álvaro Gómez, en una desafortunada acción en la que sufrió una lesión con mala pinta, ya que dejó el terreno de juego sin poder apoyar la pierna. Tras la entrada de Xurde para cubrir esa baja, hasta el descanso el Vetusta dominó el balón de forma infructuosa.

La segunda parte volvió a comenzar con protagonismo ofensivo Javi Cueto inauguró las hostilidades con una pugna por Alain en una oportunidad de peligro que desbarató el central y el Langreo respondió con una internada en el área de Pana, que intentó superar a Berto Hórreo por arriba y se encontró con la manopla del guardameta oviedista, que volvió a palmear la pelota sobre la cabeza de Pana en una de las tres acciones en las que los langreanos reclamaron penalti. El ariete andaluz fue un dolor de cabeza para la retaguardia carbayona en un choque que los locales controlaban tras el descanso hasta el ecuador de la segunda mitad. Entonces se le rompió ese guion favorable.

Erik Aguado avanzó y disparó sobre la defensa del Langreo. El balón rechazado lo recogió Vanderson, que recortó y cuando todos esperaban un disparo con rosca al segundo palo se sacó un derechazo seco y raso al primero que dejó helado Ganzábal y a Adrián Torre sin reacción.

Con más de veinte minutos todavía por delante, el Langreo no supo reaccionar. Angel Rodríguez decidió no realizar sustituciones y el equipo acusó el cansancio a la hora de poder arrinconar a su rival con un arreón final. La última intentona de Pana llegó a seis de la conclusión. El ariete se internó hasta línea de fondo y tiró el pase atrás, bien atrapado por Berto Hórreo. La definitiva para deshacer las tablas tuvo el sello visitante, con un remate de Ton Ripoll que se envenenó tras golpear en la bota de Miguel Santos y terminó estrellándose en el larguero.