Conoce a Christine Sinclair, la máxima goleadora de todo el fútbol internacional

Dos veces medallista de bronce en los Juegos Olímpicos y 14 veces ganadora del premio a la Futbolista del Año en su país, la canadiense Christine Sinclair no para de acumular títulos y logros a su dilatada carrera. Hace apenas unos días sumó uno más, al convertirse en la jugadora más goleadora de la historia del fútbol internacional. Lo hizo en el transcurso del encuentro que midió a su selección con la modesta de San Cristóbal y Nieves, en el torneo clasificatorio olímpico de la Concacaf, en Texas, anotando dos de las dianas en un triunfo incontestable (11-0).

Con ellas llegó a la cifra de 185, con la que rompió el récord de la norteamericana Abby Wambach (184), establecido en 2013. Además supera todavía más al primero de la lista masculina, el iraní Ali Daei, delantero ya retirado que logró sumar 109 en toda su carrera defendiendo el escudo de su país. «Es simplemente increíble», afirmó la propia protagonista después de convertirse en la más prolífica del fútbol mundial. «Cuando comencé con el equipo nacional jamás me pude imaginar estar ahora aquí con esa cantidad de goles que he marcado».

Fue en su partido número 290 como internacional, otra cifra de récord. Empezó en el minuto 7, haciendo subir el 1-0 al marcador, de penalti, y empatando la marca de Wambach. Ya en el 23 firmó su doblete, el 4-0, pasando directamente a la historia. Esa que ya ocupa por muchos otros méritos, gracias a su sensacional olfato de gol y a su técnica. Y es que, entre otras cosas, ostenta junto a la brasileña Marta Vieira el récord (también femenino y masculino) de haber marcado goles en cinco Copas del Mundo distintas.

«Si hay una mujer a la que todo el mundo conoce en este país, esa es Christine Sinclair», declaró poco después de este hito el extécnico de la selección canadiense John Herdman. El presidente del país, Justin Trudeau, también quiso felicitarla, lo que da muestra de la grandeza de lo conseguido. Cifras que siguen creciendo ya que en el último encuentro de la fase de grupos del torneo Preolímpico sumó otro tanto en el duelo contra México que se llevaron por 2-0, finalizando Canadá como líder invicto.

A sus 36 años, también puede presumir de ser la única jugadora que ha lucido el brazalete de capitana en cuatro Mundiales. Lleva casi dos décadas representando a su selección, y ha estado presente en tres Juegos (Pekin 2008, Londres 2012 y Río 2016). Ahora lucha por participar en sus cuartas Olimpiadas. Candidata a la Jugadora Mundial de la FIFA hasta el siete ocasiones, ha ganado cuatro títulos ligueros en tres equipos distintos. Ahora milita en el Portland Thorns de la primera división femenina de Estados Unidos.

En septiembre de 2013 Sinclair fue incluida en el Paseo de la Fama su país, el que le otorgó en 2017 la Orden de Canadá, la condecoración civil canadiense de mayor rango que existe. A lo largo de toda su carrera siempre ha destacado, y en todo momento ha tenido claro que lo suyo era estar con un balón en los pies, como siempre había visto a su padre y a dos de sus tíos, jugadores que no llegaron nunca a ser profesionales. Ella con tan solo 4 años formaba ya parte de un equipo sub'7. Antes de empezar la educación secundaria ya contaba con varias ligas a sus espaldas. Su debut profesional fue a los 16 años, en la Copa del Algarve del 2002, donde quedó en segundo lugar en la tabla de máximas goleadoras.

Con la selección absoluta participó en su primer Mundial en 2003, estando aún en la Universidad. La gran mayoría de su carrera la ha disputado en Estados Unidos, empezando en los Portland Pilots, siguiendo en el Gold Pride y en el Western New York Flash, para terminar en el Portland Thorns, donde continúa desde 2013, acumulando 104 goles hasta finales de 2019.

Bota de Oro del Mundial sub'20 en 2002 y mejor futbolista canadiense de la última década, estos días ha recibido un tributo de parte de Nike, su firma deportiva, quien ha diseñado en su honor unas botas de fútbol rojas con muchos detalles, como el escudo de su país, el número 12 de su camiseta o una de las frases que escuchó siendo joven de parte de uno de sus entrenadores en la Universidad y que ha marcado su vida: «Será mejor que te ganes el derecho a jugar». Dicho y hecho. Vaya si se lo ha ganado.