¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Las embarcaciones se desprendieron del remolque al volcar. E. C.

Saúl Craviotto: «Pudo ser mucho peor de lo que fue»

El K-4 español sale ileso de un accidente en el Huerna. El equipo formado por Craviotto, Oriyés, Germade y Arévalo, que regresaba de una concentración en Sevilla, se entrenó ayer con normalidad en Trasona

J. L. CALLEJA

GIJÓN.

Domingo, 21 de febrero 2021, 01:46

La formación del K-4 español de piragüismo que buscará medalla en los Juegos de Tokio tuvo ayer un accidente en la autopista del Huerna provocado por las intensas rachas de viento cuando regresaba de una concentración de dos semanas en Sevilla. Todos los componentes de la expedición salieron ilesos del siniestro y solo tuvieron que lamentar cuantiosos daños materiales. Las embarcaciones con las que entrenan quedaron prácticamente destrozadas al volcar el remolque donde las portaban.

Publicidad

Los palistas Saúl Craviotto, Rodrigo Germade, Carlos Arévalo y Juan Oriyés, junto al técnico la Selección, Miguel García, viajaban en la furgoneta desde Sevilla, donde habían participado en una concentración en las instalaciones de La Cartuja. Unos minutos después de las siete de la tarde del pasado viernes, a la altura del kilómetro 65. El luanquín Miguel García, que conducía, explica que sintió la brusquedad de un «volantazo» y lo siguiente fue comprobar como se soltó el amarre al vehículo tractor. Éste terminó encajando en la mediana. «El susto ha sido tremendo, pero felizmente no hemos sufrido lesiones», explica el técnico, que lamenta el trastorno que supondrá volver a construir una nueva embarcación para competir en los Juegos Olímpicos.

El remolque, que transportaba once embarcaciones de K-1, con una longitud de 5,20 metros cada una, dos de K-4, con once metros de largo, ante las intensas rachas de viento hizo «efecto vela» y se soltó de la furgoneta.

«Había tanto viento que volcó el carro con tanta brusquedad que lo soltó por fortuna. Si no lo llega a soltar sí que hubiéramos volcando», asegura Saúl Craviotto, que temió que pudiera pasar una desgracia cuando tuvieron que detenerse en la cuneta, con camiones y coche «pasando a un palmo de nosotros». «Teníamos miedo a que nos golpearan porque era una curva con muy poco visibilidad», apostilla.

«En esa zona pegaba el viento de manera increíble. Cuando nos bajamos, nos costaba aguantarnos de pie. Lo pasamos mal para señalizar y advertir del peligro», detalla el propio Miguel García.

«Nos llevamos un buen susto, porque el remolque se desenganchó por el viento y la furgoneta continuó el trayecto», precisa el grupista Juan Oriyés a EL COMERCIO.

Publicidad

Los cuatro piragüistas salieron del accidente con el susto en el cuerpo pero sin lamentar daños físicos. La mejor prueba es que todos ellos se entrenaron ayer por la mañana con total normalidad en las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento de Trasona. La expedición trató a primera hora de recuperar las citadas embarcaciones, pero la Guardia Civil no se lo permitió porque todavía continuaba el peligro por el intenso viento que soplaba en la zona. Hoy intentarán regresar al lugar del siniestro para conocer el estado de las embarcaciones.

«No sé lo que nos encontraremos cuando desenfundemos, pero la previsión es que las K-4 estén destrozadas», asume el propio Craviotto,

«Al final, solo tenemos que lamentar cuestiones materiales. Es verdad que nos ha costado dormir pero es un día de celebración porque podía ser peor de lo que fue», añade el ilerdense, afincado desde hace años en Asturias.

Publicidad

«Lo bueno de todo es que no nos paso nada porque ya pudimos entrenar ayer mismo y esa es la mejor noticia», añade el maliayo Juan Oriyés, la última pieza en sumarse al K-4.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad