Sergio Fernández 'El Káiser' se prepara para el combate en el Centro Deportivo de El Coto DAMIÁN ARIENZA

«Es mucho más peligroso ser policía que boxeador»

Sergio Fernández 'El Káiser' defiende en casa el título como campeón del peso medio de España ante el 'Rey Chatarrero'

ANDRÉS MENÉNDEZ

GIJÓN.

Jueves, 6 de junio 2019, 02:53

La vida de Sergio Fernández (Gijón, 1992) es pura adrenalina. Policía local en Oviedo, la madrugada del viernes será distinta para 'El Káiser', que heredó el mote fruto de la admiración que despertaba en su padre el carismático Franz Beckenbauer. Acostumbrado a trabajar por la seguridad ciudadana en las calles del Principado. Ahora le toca actuar en defensa propia a «doble o nada» ante Javier García Roche. En juego: la corona que le acredita como campeón de peso medio en España.

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En febrero, el gijonés se la arrebató de las manos a José Fandiño tras una agónica victoria a los puntos. En esta ocasion, su rival será el estrafalario García Roche, conocido como 'el Rey Chatarrero'. «No va a ser un combate cualquiera. La dimensión que rodea al combate es increíble», aventura el púgil gijonés.

La contienda que se celebrará en el Palacio de los Deportes de Oviedo, a partir de las nueve de la noche, parece una batalla vital. Especialmente para Roche, un auténtico 'bad boy', poseedor de un curriculum repleto de antecedentes penales. Declarado abiertamente enemigo de las fuerzas del orden. En su interminable catálogo delictivo figura una condena en el Juzgado de lo Penal de Palma por utilizar su perfil de Facebook para incitar atacar a los agentes de la autoridad. «Este mensaje es para todos los que han sufrido o sufrirán abusos policiales. Tenéis que montar guardia en la comisaría donde sucedió el abuso. O lo que hago yo: contratar a un buen detective , ubicar a la rata y sacarle las tripas», publicó el catalán que presume de varias fotografías difamando a la policía. «Fuck the police», se puede leer en una de ellas.

«No va a ser un combate cualquiera. La dimensión que lo rodea es increíble» «Ahora aparecen algunas personas en mi vida que antes nunca me habían hablado» «El boxeo no es un deporte formado por violentos ni hecho para gente peligrosa»

En las últimas semanas se ha dedicado a calentar el ambiente. «No creo que Sergio Fernández sea mejor que el 'Chato Benítez'», comentó. Los golpes dialécticos de Roche ni siquiera rozan la autoestima del asturiano. «Respeto al máximo a todos mis oponentes. Por supuesto también a García Roche», se limita a responder. Con el paso de las horas, el combate se acerca de forma irremediable. Lo saben todos. También el móvil de 'el Káiser', que recibe un bombardeo continuo de mensajes de apoyo. «Ahora aparecen algunas personas que antes no estaban en mi vida, que nunca me habían hablado. Supongo que es parte del espectáculo. Esto es un poco una locura», apunta. Una vez más suena el teléfono. Sergio se ve obligado a activar el modo avión. «Perdona ya lo dejo», se disculpa.

En estos días previos al pasaje, que tendrá lugar hoy (jueves), todo son enemigos. Hasta un simple café. Lo observa con detalle. Después aparta los dos sobres de azúcar y una diminuta galleta. «Esto fuera. No lo puedo tomar», sonríe. «Tienes que cuidarte al límite para no pasarte de peso. Tampoco puedo por debajo para no perder fuerzas», explica. Cuando supere el reto de la báscula espera ganar hasta ocho kilos en un día. «Creo que puedo estar en en unos 78», estima con un moderado optimismo.

Enamorado de su familia. Irradia admiración por su padre, José Ramón. Cada paso de su camino tiene una clara impronta de él. Siendo todavía un crío, José Ramón le llevó a un combate de full contact en el que participaba Juan del Valle, uno de los referentes del deporte de contacto. Pero Sergio todavía era un crío. Jugaba a fútbol en el Colegio la Asunción, el equipo de su colegio. «Era muy malo, no era para nada lo mío. la verdad es que he ganado mucho con el cambio de deporte», recuerda con una sonrisa.

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Campaña de desprestigio

Solo unos años después, impulsado por el incondicional amparo paternal, inició su camino en los deportes de contacto. «Empecé en full contact, pero aquí en Asturias está muerto», explica. Cuando pudo huyó a por su pasión: los guantes y el saco. «No hay nada como estar en el ring. Esa adrenalina es difícil de describir», revela.

Vetado para tantas familias. Sergio no entiende la «campaña de desprestigio» que sacude al boxeo. «Es un deporte de contacto, pero no más peligroso que otros», dice. «Cada año mueren más personas jugando a fútbol por problemas cardiovasculares que practicando boxeo. El problema es que hay mucha incultura sobre este deporte», defiende.

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«El boxeo no es un deporte formado por violentos, ni hecho para violentos. Por mi experiencia estoy seguro que es mucho más peligroso ser policía que boxeador», sostiene Sergio que encara su combate ante Roche, el hombre que desafía a la policía, como invicto. Hasta el momento, nadie lo detiene: ocho victorias y un empate. «Toco mandera», se despide.

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