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Metódico.Peter Schumacher, con su metro, ante uno de los obstáculos. DAMIÁN ARIENZA

Peter Schumacher, jefe de pista del Hípico: «Pocas veces vi a tanta gente animando un martes»

«Me gustan mucho las pistas de hierba. Cada vez hay menos, pero es una opción muy tradicional, la opción de los grandes eventos donde voy»

Sábado, 30 de agosto 2025, 22:21

Peter Schumacher (Gerolstein, Alemania, 1967) lleva toda una vida dedicada los caballos. Después de competir durante lustros se adentró en la especialidad de los jefes de pista, donde ha conseguido hacerse un hueco en la élite. Solo en la pasada temporada fue el máximo responsable de los recorridos de los concursos CSI4 de Doha, el CSI4 de Wiesbaden, el CSIO3 de Luxemburgo, los CSI4 de Valkenswaard y el CS15 de Riyadh, en Arabia Saudí. Este año se estrena en el Hípico de Gijón.

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–¿Cómo se inició en la hípica?

–Mi región no era una zona con mucha tradición ecuestre. Mi padre era criador de pescado, vivíamos en el campo y teníamos terrenos. Él siempre quiso tener caballos y me compró mi primer pony con siete años. Fui aprendiendo y entrenando, construimos cuadras y empecé a competir más tarde en categorías juveniles.

–Salta luego a la especialidad de jefe de pista.

– Cuando competía estaba muy interesado en el diseño de los recorridos, y siempre charlaba con los diseñadores de pista. Quería saber cuáles eran sus objetivos, qué pensaban… Y hace 25 años, cuando tenía entre 30 y 35 años, algunos años combiné el saltar con el diseño de recorridos. Hice mi primer examen sobre jefe de pista en el año 2000, y finalmente me incliné por la pista propiamente.

–¿Cuál es su cometido en la competición?

– Mi primer objetivo es siempre presentar este deporte de manera amable. En el Gran Premio mido mucho los resultados, pero los primeros días me centro en poner buenas calles, vas construyendo en función de cómo ves que se van comportando los caballos. El primer día se trata de que los caballos se vayan adaptando al evento. En este caso no conozco a todos los jinetes, y tengo que fijarme en cómo son los caballos y cómo están saltando para saber qué distancias puedo ponerles, qué alturas.

–¿Cómo maneja la dificultad?

– En un Gran Premio el objetivo no es que sólo uno o dos hagan el recorrido sin penalizaciones. Para mí un buen resultado es entre 7 y 10 recorridos limpios, con unos 40 participantes. Que sólo lo consigan dos o tres es un planteamiento casi olÍmpico. Si todos saltasen los recorridos sin tirar nada también sería aburrido.

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–En Gijón la pista es de hierba. ¿Ventaja o inconveniente?

– Me gustan mucho las pistas de hierba. Cada vez hay menos, pero es una opción muy tradicional, la opción de los grandes eventos donde voy como Aachen, Calgary. Algunos, de todos modos, están volviendo de la arena a la hierba. Soy un defensor de la hierba. Claro que es complicado cuando se trata de competiciones que duran cinco semanas, porque es casi imposible hacerlo sobre la hierba, mientras que con arena no hay problema.

–¿Qué papel juegan los colores de los obstáculos en la dificultad?

– Los colores tienen un papel muy importante. Cuando empleas saltos de colores sólidos como rojo oscuro o azul es más difícil para los caballos saltar. Mientras que los colores más suaves son más fáciles.

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–¿Cómo valora el ambiente que se vive en esta competición?

– El que haya tanta gente hace el evento mucho más interesante. Muy pocas veces había visto a tanta gente animando un martes, y eso lo hace muy especial. Además, es un cuatro estrellas con buenos premios.

–¿Influye que se pueda apostar?

–Es la primera vez que he visto a gente apostando en un concurso. Ya me han dicho que es algo muy tradicional, y con mucho arraigo familiar. Me gustó mucho.

–Usted plantea los recorridos y luego le toca ver cómo se desenvuelven jinetes y caballos. ¿Qué método sigue para saber si ha acertado o se ha equivocado?

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–Me fijo en cuántas eliminaciones hay en el recorrido, en cómo están saltando los caballos, y al final tomo decisiones. No olvidemos que tienen que ser pruebas selectivas, pero de un modo amable.

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