La Alianza por la Industria no será unánime tras la salida a última hora de Podemos

Solo faltará una de todas las posibles, la de Podemos, que ayer decidió salirse del pacto. La decisión, aunque rompe la unanimidad, difícilmente pilló por sorpresa. Tras cada convocatoria venían advirtiendo de que el texto les resultaba «insuficiente». Ayer, el portavoz de la formación morada, Daniel Ripa, insistió en que «no compartimos el consenso alcanzado» y calificó este foro como «un nuevo paripé para que no cambie nada». A su juicio, la Alianza «nace equivocada en los planteamientos y con poca posibilidad de aplicar cambios en la situación de la industria».

Vox había sido el otro partido especialmente crítico con la última versión del documento, la presentada hace ahora una semana. Entonces, su presidente en Asturias, Ignacio Blanco, exigió que fuera «menos generalista» y fijase «objetivos a ejecutar a corto plazo». No obstante, ayer confirmaron que estarán en la firma. Según fuentes de la formación, lo harán «por buscar algún resquicio para ayudar a los trabajadores de la industria en Asturias». Que Podemos haya roto la unanimidad no impedirá que un pacto de estas características se convierta en uno de los que concite mayor número de apoyos. No queda tan lejos la Alianza por las Infraestructuras, constituida en 2017, y a la que entonces finalmente solo se sumaron PSOE e IU del ámbito político

Lo cierto es que el documento que se pone hoy sobre la mesa difiere poco de los dos anteriores, el original presentado por la Consejería en la primera reunión, y el de hace siete días que recogía las diferentes alegaciones. De hecho, el grueso, los cuatro puntos calificados como «exigencias de adopción de manera inmediata», a raíz de la promulgación del estatuto de electrointensivas, ha permanecido prácticamente intacto. Solo una lectura minuciosa permite observar una ligera modificación en una línea donde el objetivo de «reducción de los precios de la electricidad» ha sido reformulado por «una reducción en los consumos y los costes eléctricos de las empresas altamente electrointensivas».

El pacto debería convertirse ahora en el arma del Gobierno regional para acudir ante el Ministerio de Industria con reclamaciones claras y consensuadas: desvincular las ayudas a la disponibilidad presupuestaria, la equiparación de forma inmediata con otros países de la UE, la puesta en marcha de un mecanismo que sustituya a la interrumpibilidad y el establecimiento de una interlocución directa a nivel ministerial con las grandes electrointensivas asturianas para elaborar planes de inversión que garanticen su supervivencia y su transformación energética y digital.

Este será el primer documento -específico sobre el estatuto eléctrico- de la Alianza, al que la consejería espera que sigan otros a partir del 12 de febrero. Este foro parece coger impulso tras haber quedado congelado unos meses, a pesar del anuncio a principios de la legislatura, y por el que IU vino reclamando insistentemente desde entonces a través de preguntas parlamentarias.