El alquiler podrá subir hasta un 10% en zonas tensionadas con condiciones

La declaración de zona tensionada tendrá una duración de tres años, pero puede prorrogarse. Los grandes propietarios, aquellos con más de 10 viviendas o 1.500 metros cuadrados, no podrán subir los precios dentro de estas zonas e incluso en el caso de las personas jurídicas (empresas) tendrán que bajarlos hasta los que marquen los índices de referencia que se establezcan. El Gobierno prevé desarrollar estos índices en los próximos 18 meses. Es decir, hasta dentro de un año y medio no comenzaría a aplicarse la medida. Para los pequeños propietarios se aplicaría una congelación de precios.

Sin embargo, la normativa esconde una sorpresa: se han incluido excepciones en las que los caseros sí podrán subir sus alquileres. En concreto, se permitirá un incremento de precios de hasta el 10% si el propietario realiza, en el plazo de dos años antes del nuevo contrato o renovación, una obra de mejora de accesibilidad o que permita un ahorro energético, demostrable, de al menos el 30%. También podrán implementar esa subida si los nuevos contratos se firman a un plazo de 10 años (o de menor duración, pero que concrete que puede prorrogarse).

Los incentivos fiscales serán la otra fórmula empleada. La bonificación general baja del 60% al 50%, pero ese porcentaje se convierte en modulable y puede alcanzar hasta el 90%. La reducción sobre el IRPF será del 70% si la vivienda se incorpora al alquiler en esas zonas o si se alquila a jóvenes de entre 18 y 35 años.

Otro de los puntos más polémicos es el que establece un recargo de hasta el 150% en el IBI de las viviendas vacías -desocupadas durante más de dos años para titulares de cuatro inmuebles o más-. En todo caso, el texto también maneja excepciones, como que la 'ausencia' del propietario sea por motivos laborales o de formación, inmuebles objeto de un litigio o segundas residencias.