Los asturianos reducen la compra de alimentos por la inflación

La factura de los asturianos en alimentación no para de crecer. Aunque se abrochen el cinturón, opten por marcas blancas o busquen ofertas, el tique aumenta, mientras la cesta está cada vez más vacía. Así se desprende del Índice de ventas en grandes superficies y cadenas de distribución, que elabora cada mes Sadei, y que en marzo constata un incremento del gasto en alimentos del 3,5% en relación al año anterior y del 10,9% si la comparación se hace con febrero. Sin embargo, su consumo cae un 11,2% frente a 2021 si se analiza el índice deflactado, que tiene en cuenta precisamente el encarecimiento del coste de la vida.

Detrás de esta evolución está la inflación y todos los efectos que acarrea. Según el Índice de Precios de Consumo, los alimentos y bebidas subieron en la región un 17,6% en el último año. Pero ese alza no se traslada directamente a las compras. Los ciudadanos cambian sus hábitos para intentar sortear su impacto y, entre esas modificaciones, está prescindir de distintos productos y priorizar los que se consideran más importantes. El problema es que la subida de las tarifas afecta de lleno a alimentos básicos como la leche, el pan, los huevos, la carne, los cereales o el aceite. Aunque la palma, igualmente, se la lleva el azúcar, con un aumento del 58% en los últimos doce meses.

Ni uno solo de los productos a los que se ha aplicado la rebaja del IVA desde el 1 de enero y que se recogen en la estadística del INE ha visto bajar su precio respecto a marzo de 2022. Y, en lo que va de año, en Asturias solo la carne de ovino (-9,1%), el pescado fresco y congelado (-2,4%) y las frutas frescas (-2,3%) han visto bajar sus precios de enero a marzo.

Sin embargo, igual que el efecto de la inflación no es el mismo en todos los productos, el cambio en el consumo tampoco es homogéneo. Caen las compras en alimentación, pero suben en el resto, y no precisamente poco: un 19,1% entre marzo de 2023 y marzo de 2022 con el índice ya deflactado. Sin tener en cuenta el IPC, el alza es de casi el 13%. El efecto es distinto porque mientras los alimentos siguieron disparados en el tercer mes del año, la inflación se moderó y se redujo al 3,6%, en buena medida por el conocido 'efecto escalón', ya que se compara con marzo de 2022, el primer mes en el que se percibió con toda su crudeza el efecto de la guerra de Ucrania en el mercado y que disparó los precios cerca de un 10%.

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