Los empresarios llaman a la unidad «más que nunca» y confían en «un gobierno reformista»

Y para dar visibilidad a estas necesidades Fade y las tres entidades camerales han elaborado un documento, que ayer hicieron entrega a la consejera de Industria, Nieves Roqueñí, que contiene ocho puntos, para ellos esenciales: poner el foco en empresas y emprendedores, valorando su figura; impulsar la competitividad del empresariado regional, apoyando a la inversión innovadora; resolver los desajustes del mercado laboral con una formación más eficaz y una contratación más ágil; una Administración facilitadora y eficaz; acabar con el déficit de infraestructuras tanto físicas como digitales; una fiscalidad justa y competitiva; aprovechar los fondos europeos y que lleguen a las pymes y una Asturias coordinada interna y externamente, este último punto añadido al borrador que se filtró el pasado martes. «Podemos cambiar el destino de Asturias todos juntos», defendió Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, que insistió en «sumar y ser exigente para que el Gobierno entienda que el mundo empresarial es un aliado». Recordó, además, las palabras de Adrián Barbón en las que animaba al mundo empresarial a subirse a esa década del cambio. «Nosotros somos muy proactivos y de arrimar el hombro y proponer cosas. Se afrontan cuatro años de legislatura con un claro matiz reformista, fundamental porque hay que cambiar cosas que no estaban funcionando y se está en esa voluntad y se ve en los últimos nombramientos; es un momento de oportunidad que el mundo empresarial ha de aprovechar».

«Ha de ser una legislatura de la competitividad», remarcó Calvo, que «aplaudió» los últimos cargos conocidos, pero que pidió «un diálogo constante y ayuda al Principado». También Daniel González, presidente de la Cámara de Avilés, cree que «esta será la legislatura del diálogo y del consenso, y es tiempo de escuchar». Y propuso: invertir en formación y retener talento. «Que las empresas vengan a invertir y se queden» fue su petición, y «no aceptar que la capacidad inversora del Estado en las comunidades dependa del número de habitantes, porque no es justo».

Mientras el presidente de la entidad gijonesa, Félix Baragaño, que como anfitrión puso voz a las reivindicaciones de los empresarios, mostró su satisfacción por el documento elaborado y apeló a la «unidad, cohesión y hacer las cosas de la mano». «Perseguimos menos burocracia y una formación más próxima al empleo; queremos ser una comunidad amigable para las empresas».