Enagás debería cobrar este año casi 76 millones por la hibernación de la regasificadora

El hecho de que la regasificadora de El Musel esté en un estado técnico de hibernación no significa, ni mucho menos, que no suponga un elevado coste para las arcas del Estado. Ante la caída de la demanda y del consumo de gas en España, el Gobierno central decidió la paralización de la planta y a mediados de 2012 acordó que, dada su condición de infraestructura energética básica, la empresa promotora afectada sería compensada con una retribución financiera provisional. Esto podría traducirse en que tendría que pagar a Enagás una cantidad cercana a los 75,9 millones de euros durante este año, de acuerdo con el informe sobre la propuesta de orden por la que se establecen los peajes y cánones asociados al acceso, elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Estos casi 76 millones, correspondientes a los últimos meses de 2012 y los ejercicios de 2013 y 2014, servirían para cubrir los costes de mantenimiento y financieros de la inversión.

El diputado de UPyD Carlos Martínez Gorriarán recogió todos estos números en una pregunta realizada en enero al Gobierno, en la que evidenciaba que la retribución a Enagás ascendería a unos 30 millones anuales, incluyendo los aproximadamente ocho millones destinados a tareas de conservación. Un coste este último, señaló entonces, que recaería íntegramente sobre la parte regulada de la factura del gas natural que pagan los hogares y las empresas españolas por sus consumos. Interpelaba entonces Martínez Gorriarán al Gobierno sobre la posibilidad de darle otros usos a la regasificadora de El Musel, ya que no estaba conectada a la red nacional, para amortizar en parte dicha cantidad. Una cifra que, en su respuesta, el Ejecutivo central no desmintió en ningún momento y sobre la que ayer Enagás no se quiso pronunciar.

Sí se sabe que a día de hoy, la empresa de transporte gasista y el Ministerio de Industria continúan en conversaciones para fijar la cantidad definitiva, resultante de complicados cálculos, con la que el Estado deberá retribuir los costes financieros y de mantenimiento que han supuesto para Enagás la paralización de la regasificadora. Una partida que la compañía precisa que en ningún caso es una indemnización por la hibernación de la planta.