¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO

Francisco Iglesias

Consejero delegado de Alsa
«Aspiramos a entrar en la alta velocidad como operador de transportes más allá del autobús»

La compañía, que cumple cien años, centra su crecimiento en la internacionalización y las nuevas opciones de movilidad sostenible

Domingo, 16 de abril 2023, 04:12

Las necesidades del transporte están cambiando a un ritmo tan vertiginoso que ALSA, la histórica compañía de autobuses de origen asturiano, celebra su centenario afrontando ... nuevos retos en movilidad sostenible, multimodal y conectada. Su consejero delegado, Francisco Iglesias, apunta las claves del futuro de la compañía con una idea clara: «Un cliente ya no es fiel a nadie» a la hora de elegir un transporte.

Publicidad

-¿Cómo ha impactado en el negocio el alza de costes?

-Tenemos tres componentes de costes básicos: la energía, principalmente gasóil; costes de personal y compra de material. La subida de precios fue brutal y la media desde 2019 a ahora ha sido de un 30%. Nuestra repercusión en precios al cliente ha sido mínima. Y hemos superado esta situación gracias los procesos de digitalización y optimización, con ahorros de costes en determinadas partidas de hasta el 25%.

-¿Están funcionando las medidas de apoyo al transporte?

-La elasticidad de esas iniciativas tiene un límite, porque más del 75% de los desplazamientos siguen siendo en vehículo particular. Los bonos de gratuidad han ayudado y han provocado un crecimiento en el número de viajeros, aunque hubo muy altas restricciones. Todavía no sabemos qué va a pasar en 2024. De hecho, ahora me preocupa que el año que viene pueda haber retroceso en el uso del transporte público sin las medidas.

Negocio exterior

«Estamos dispuestos a buscar mercados que tengan estabilidad jurídica y con posibilidades»

-¿Notan la falta de conductores profesionales?

-Claro que sí, aunque quizá nosotros estamos un poco mejor. Tenemos una plantilla muy estable, con un índice de rotación que es muy bajo. Que no se te vayan conductores es importante y aquí conseguimos retener. Garantizamos el empleo estable a futuro, no lo fichamos de la calle, y tenemos muchos procesos de formación para que hagan una carrera con nosotros. También estamos incorporando cada vez a más mujeres: representan un 15% de la plantilla de conductores, frente al 5% de la media.

Publicidad

-Tras un siglo de actividad, ¿cómo se ha transformado ALSA?

-En los años 60, esta empresa ya se fue a China. El proceso de transformación ha sido desde hace muchos años. En los años 80, sacamos la clase 'supra'. Cuando entré como CEO, vi que la empresa tenía que hacer cambios si queríamos estar los próximos 50 o 100 años aquí. Por entonces, ya aparecieron los fenómenos de las aplicaciones, la alta velocidad... Hicimos una estrategia basada en la internacionalización y diversificación en productos relacionados con la movilidad. Quisimos dejar de ser una empresa de autobuses y pasar a ser una empresa de movilidad que tocara todos los productos. Ahora ofrecemos fórmulas de éxito como las políticas tarifarias flexibles, políticas de antelación, compra en web, aplicaciones, vehículo autónomo...

-¿Va a seguir ampliando el negocio a otros países?

-A ALSA se le ha encomendado el crecimiento del negocio internacional del grupo National Express, que es al que pertenecemos. Tenemos abiertos los ojos a casi cualquier mercado que pueda ser interesante. Al margen de China, también dimos en su momento el salto a Marruecos, Suiza y Francia, o Portugal. Tenemos varias operaciones adjudicadas en Arabia Saudí. Y hace pocos días presentamos una oferta muy importante en Singapur. Por eso, estamos abiertos casi a cualquier área fijándonos en el tipo de contrato que podamos tener. Queremos estudiar áreas, con estabilidad jurídica, y con contratos que sean escalables. Y buscar un socio local adecuado, porque cuidamos mucho la reputación.

Publicidad

-¿Y en España hay oportunidades de crecimiento en el transporte de autobuses?

-Aquí todo funciona por concurso y casi todo son empresas públicas en las grandes ciudades. No va a haber más de uno o dos concursos este año. Es un área en el que las oportunidades son muy limitadas, salvo en el transporte metropolitano, donde sí puede haber más oportunidades.

-¿Hasta qué punto les hace daño la extensión de la alta velocidad ferroviaria por toda España?

-Lo primero, bienvenida la competencia y la modernidad. Nosotros ya sufrimos un impacto muy importante con el 'low-cost' de la aviación, con un mercado distinto. Pero hoy el cliente ya no es fiel a nadie. Puede ir a Barcelona en avión, volver en tren e ir al aeropuerto en autobús. El AVE hace que el volumen de viajeros se reparta más y claro que hemos tenido un impacto importante. Pero no lo quiero ver tanto así, que lo es, sino que nosotros también aspiramos algún día a operar servicios ferroviarios de alta velocidad o larga distancia. La llegada de dos operadores como Ouigo o Iryo, de empresas públicas de sus respectivos países, te da una idea de que es un proceso muy complicado. Es verdad que nosotros lo analizamos hasta el último momento y no entramos, pero esperamos que haya nuevas oportunidades si se dan condiciones satisfactorias para empresas privadas. Además, en 2026 se van a liberalizar el negocio de las Cercanías ferroviarias. Al menos un 3% tiene que abrirse a la competencia y con concursos y ahí queremos estar. Aspiramos como operador de movilidad, también de tren de larga distancia y de Cercanías.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad