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Autobuses de ALSA Xuan Cueto

ALSA perdió 105 millones en 2020 por la caída de viajes provocada por la pandemia

La cifra de pasajeros se desplomó un 44% y la de ingresos un 33%, mitigada por su expansión internacional y la contención de costes

SANDRA S. FERRERÍA

OVIEDO.

Viernes, 19 de marzo 2021, 02:38

La compañía ALSA cerró el año 2020 con unas pérdidas de 105 millones de euros, frente a los 107 que ganó el año anterior. ... Esto se debe al impacto que las restricciones a la movilidad han tenido en sus operaciones, que conllevó un desplome del 62% en el número de viajeros en las rutas de largo recorrido.

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Esos servicios se redujeron al 5% durante los meses de confinamiento estricto, recuperando parte de la actividad en verano y volviendo a perderla cuando se reintrodujeron las restricciones a partir de octubre, según informó National Express, compañía británica propietaria de la empresa asturiana de transportes.

Respecto al tráfico de pasajeros en los autobuses de ALSA, se redujo un 44% en 2020, lo que provocó una caída menor de sus ingresos -del 33%- hasta los 629 millones. El golpe no fue mayor gracias a que el 40% de su facturación está protegida -en el 60% de sus rutas regionales y el 100% de las urbanas-.

El beneficio subyacente de ALSA en 2020 fue de 7,5 millones de euros, un 93% inferior al de 2019. Esto se debió a las medidas desarrolladas por la compañía de transportes con el objetivo de limitar el impacto de la crisis sanitaria. Entre otras iniciativas, aplicó un programa de reducción de costes operativos -carburantes, mantenimiento o contratación de colaboradores externos- y de estructura.

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Tras introducir en el balance elementos excepcionales por importe de 112,6 millones de euros -93,5 millones pertenecen al impacto directo de la covid-19 en sus operaciones- el resultado neto supone esa pérdida de 105 millones de euros.

A la mitigación de las pérdidas también ayudó, según la compañía, la adopción de los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), tanto en España como en Suiza y Marruecos, cuyos costes asumidos por los gobiernos asciende a 11 millones de euros. En el primer confinamiento, más de 11.000 trabajadores de ALSA se encontraban en esta situación.

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La compañía confía en que todas las medidas acometidas para reducir costes continúen aportando beneficios este año a la empresa, que cifra en 25 millones de euros, al mismo tiempo que continúa adjudicándose nuevos contratos.

Asimismo, ALSA seguirá invirtiendo, por un lado, en la compra de flotas de vehículos de cero emisiones. También seguirá con su proceso de digitalización, con la puesta en operación ya en 2020 del primer vehículo autónomo 100% eléctrico en España, además de iniciar las pruebas del primer autobús de hidrógeno.

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«En ALSA hemos podido mitigar las consecuencias de la crisis gracias a nuestra expansión internacional e implementado una exigente reducción de costes operativos y de estructura, aunque manteniendo las inversiones en tecnología y sostenibilidad, que van a ser claves para la recuperación postcovid», aseguró el consejero delegado de la compañía, Francisco Iglesias.

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