Arcelor advierte de una desaceleración en la demanda de acero
Las plantas asturianas siguen a plena capacidad y se prevé que continúen así a principios de 2022, pero hay signos de un cambio de tendencia
NOELIA A. ERAUSQUIN
GIJÓN.
Martes, 9 de noviembre 2021, 00:36
Las plantas asturianas de Arcelor están a plena capacidad, pero frente a la situación de hace algunas semanas, cuando la compañía reconocía que no daba abasto para atender la demanda, ahora empieza a constatar una desaceleración del mercado. Se trata, en el fondo, de cierto regreso a la normalidad en lo que a carga de trabajo se refiere, tras meses de pedidos desbocados. Sin embargo, esta moderación tampoco obedece a causas comunes, sino a la inflación disparada y al problema en los suministros que está impactando de lleno en los clientes de la multinacional. De hecho, la siderúrgica reconoce que ya se están paralizando por la coyuntura actual obras de ingeniería y otro tipo de proyectos que emplean sus productos.
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La escalada de los costes de la energía, de las materias primas que se utilizan para producir acero -en Asturias, principalmente, mineral de hierro y carbón coquizable- y del transporte se está repercutiendo en los precios siderúrgicos, que se han duplicado en los últimos meses. Pero a este incremento, los clientes de Arcelor suman, a su vez, los del resto de materiales que emplean, sus propios costes energéticos o, directamente, la falta de suministros. Es el caso de la industria del automóvil, con la mayoría de plantas con paradas por la falta de chips. Solo para ese sector, salen de Asturias, aproximadamente, 450.000 toneladas de acero cada año.
Prueba de esa ralentización, es que la multinacional ya ha eliminado un turno de trabajo en su planta de Sagunto, que se abastece con acero asturiano, y que destina su producción a la automoción. También está, en parte, detrás del adelanto de la parada programada en la Acería Compacta de Vizcaya, que se realizará a finales de mes y que, además, se hará sin que haya fecha para el regreso. Arcelor justifica esta medida por el alto precio de la electricidad y también por la falta de acuerdo con los trabajadores para una reorganización del mantenimiento, pero también influye que la demanda ya no se encuentra al mismo nivel y que la compañía es capaz de cumplir con sus pedidos sin la actividad de sus instalaciones de Sestao, que producen bobina de acero laminada en caliente y decapada.
En febrero, había anunciado que impulsaba la actividad en la factoría vizcaína, de carácter eléctrico, porque la coyuntura era muy favorable, entonces con precios de la luz más moderados. Incluso, llegó a desviar a Sestao contratos que, en principio, habrían sido para las factorías asturianas, porque la siderurgia integral del Principado estaba más penalizada por el alto coste del CO2, ya que es más contaminante. Ahora, sin embargo, la situación favorece a Asturias.
En octubre, además, el grupo anunció paradas «cortas y selectivas» en distintas plantas de Europa pertenecientes a la división de largos y que funcionan con hornos eléctricos, también por los altos costes energéticos. Detrás, igualmente, se encuentra cierta moderación de la demanda que permite a Arcelor elegir ya en qué planta es más rentable producir.
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Fuentes de la compañía aseguraron ayer a este periódico que, en el caso de Asturias, se espera que la actividad se mantenga, al menos, durante el primer trimestre de 2022, pero también que existe cierta incertidumbre sobre qué sucederá después. Todo dependerá del comportamiento del mercado.
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