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Arcelor plantea alargar un año la vida del horno alto para dar tiempo al plan de descarbonización

La compañía busca conseguir un colchón en los plazos por si surgen retrasos en las autorizaciones o las obras

Sábado, 23 de abril 2022, 03:45

Arcelor sabe de retrasos en sus obras, incluso algunas de carácter vital, como las de las nuevas baterías de cok de Gijón, de ahí que esté buscando ganar tiempo para abordar su ambicioso plan de descarbonización en Asturias con más margen. Y lo hace en varios frentes, como es adelantar las solicitudes de las autorizaciones ambientales pertinentes y contratar personal, antes incluso de tener las obras aprobadas por el comité de inversiones europeo, pero también ver cómo se puede estirar la vida útil de algunas instalaciones, en caso de que sea necesario. La principal, el horno alto 'A'.

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Su desmantelamiento, junto al del sínter 'B', y su sustitución por una planta de reducción directa del mineral de hierro (DRI) es una de las piezas clave del proyecto de descarbonización. Está previsto que esta nueva instalación entre en funcionamiento en 2025, sin embargo, la vida útil del horno alto finaliza a mediados de 2024. Hay un año de desfase.

La previsión es que la nueva acería verde de Gijón, cuyo horno eléctrico híbrido podrá abastecerse de chatarra, DRI y hierro en briqueta caliente (HBI), pero también de arrabio del horno alto, funcione ya en 2024. De ahí que la multinacional, en el proyecto básico de modificación de la autorización ambiental integrada de las plantas asturianas, haga referencia a la importación de DRI y HBI durante el periodo en el que se produzca ese desajuste, pero además tendrán que seguir funcionando entre seis meses y un año los convertidores tradicionales, hasta que se homologue el acero logrado con el nuevo método destinado a carril y alambrón. Por tanto, seguirá siendo necesario el arrabio del horno alto 'A'.

El documento ya deja abierta la puerta a alargar su vida útil. Aunque no cite esta instalación ni tampoco ofrezca información sobre la planta DRI, sí que habla del posible mantenimiento de la actividad del sínter 'B' hasta el 31 de diciembre de 2025 y, precisamente, en él se mezclan y tratan, previamente, el mineral de hierro, el cok y los materiales fundentes que luego pasan al horno alto. Su actividad no tiene sentido sin este último.

Alimentación de las líneas

Fuentes de la multinacional reconocen que la posibilidad de alargar la vida útil del horno alto hasta 2025 está sobre la mesa para tener cierto colchón temporal. No obstante, se intentará que todo el cronograma encaje y poder apagarlo a finales de 2024. «Técnicamente el proyecto está dentro de plazo», asegura la dirección del Clúster Asturias. En un comunicado interno a los jefes de departamento, esta ya advirtió de que no tener una instalación que sustituya al horno alto supone un problema de gran envergadura, puesto que no habrá materia prima para alimentar las líneas.

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Sin embargo, se es consciente de la complejidad del plan y de que será complicado cumplir los tiempos, tanto en lo que se refiere a la obra propiamente dicha como a la burocracia necesaria. La experiencia previa con las baterías de cok de Gijón no es halagüeña. El proyecto se inició con plazos relativamente amplios, pero se fueron acumulando retrasos por distintas causas. Así, el Principado concedió a Arcelor la autorización para reconstruir las baterías con casi un año de demora sobre el calendario que manejaba la compañía y después las obras se tuvieron que paralizar por deficiencias en el material refractario con el que se estaba recubriendo el interior de los hornos, que hubo que retirar y esperar que llegara nuevo, algo que tardó medio año más. Con ello, la segunda batería no llegó a funcionar hasta febrero de 2021, un año después de lo previsto. Todo ello provocó que se apagaran las baterías de Avilés antes de tener listo el recambio, lo que incidió en la competitividad de las plantas asturianas, que tuvieron que importar cok de Polonia. Al menos, esa demora se produjo en el momento menos malo posible, en plena crisis del acero, primero, y del coronavirus, después. Si llega a ser en otra coyuntura, los problemas podrían haber sido mucho más dañinos.

En esta ocasión, Arcelor confía en que los permisos ambientales lleguen a tiempo. Precisamente, ayer, se abrió el periodo de información pública del proyecto de la acería verde, tras publicarse en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA). El plazo disponible para obtener información, así como para presentar observaciones y alegaciones, es de 30 días hábiles contados desde hoy.

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