Enagás plantea un proyecto de 400 millones para producir hidrógeno y sacarlo por El Musel

Enagás quiere hacer de Asturias un gran polo para la exportación de hidrógeno verde hacia Europa. Así lo revela su proyecto Green Spider (Araña Verde), presentado a la Comisión Europea a finales del año pasado por la compañía española y la alemana Hydrogenious LOHC Technologies. En él se plantea la posibilidad de movilizar 2.100 millones de euros y, de ellos, 400 en Asturias, para construir una planta de electrólisis abastecida por renovables para producir hidrógeno y aprovechar la regasificadora de El Musel como almacén. El puerto gijonés se emplearía como punto de salida de este gas hacia Europa, dentro de una red de producción a gran escala en territorio nacional.

Este planteamiento de Enagás es aún incipiente, pero aspira a captar fondos para la descarbonización de la Unión Europea. De hecho, la empresa lo presentó a la Comisión como un Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI, en sus siglas en inglés), dentro de la iniciativa comunitaria Hidrógeno para la Acción Climática, con la que Bruselas pretende ayudar en el proceso de sustitución de los combustibles fósiles por otros que no contaminen. En este sentido, considera a este gas como un portador de energía respetuoso con el clima si es producido con fuentes renovables, que es lo que se pretende hacer en el Principado.

Según el documento presentado a la Comisión, para Asturias se plantea la instalación de 200 MW de energías renovables (solar y eólica) para abastecer a una planta de electrólisis de 100 MW. A través de este proceso el agua se descompone en oxígeno, que es liberado, e hidrógeno verde. Una vez conseguido ese gas, se proyecta aplicar una tecnología que utiliza los denominados Líquidos Orgánicos Portadores de Hidrógeno (LOHC, por sus siglas en ingés). Su principal ventaja es que estos fluidos especiales pueden almacenar el hidrógeno durante largos períodos en condiciones seguras y pueden ser transportados fácilmente, como si se tratara de combustibles líquidos convencionales. Asimismo, se cita como una de las características de Asturias su polo siderúrgico, cuando precisamente Arcelor tiene en Europa ensayos para utilizar el hidrógeno en la producción de acero.

Dentro de la estrategia Hidrógeno para la Acción Climática se presentaron nueve proyectos, que involucran a diferentes países y a compañías como Siemens, Michelin, Engie o Fluxys. En el caso de Green Spider, son Enagás e Hydrogenious LOHC Technologies, que plantean una especie de tela de araña que implique a España, Alemania y Holanda y en la que Asturias tiene un papel fundamental como punto de salida del hidrógeno hacia Europa central.

Este proyecto incluye también el desarrollo de una red en España, que emplearía instalaciones con las que ya cuenta Enagás y otras nuevas. Estas estarían básicamente en Asturias, con esos 400 millones de inversión; Castilla y León, donde se destinarían 620 millones; País Vasco (650 millones), Aragón (320) y Baleares (50). En total, de poder consolidarse, promovería más de 1 GW de generación de energía solar y eólica y más de 0,5 GW de potencia de hidrógeno generado mediante electrólisis.

El objetivo ahora sería lograr fondos de la UE para promover este proyecto y también socios europeos y locales para desarrollarlo. No es casualidad que el grueso de las instalaciones se sitúen en comunidades muy afectadas por la descarbonización y con centrales térmicas de carbón (Asturias, Castilla y León, Aragón y Baleares), por lo que todo apunta a que el proyecto podría intentar beneficiarse de los fondos de transición justa que plantea la Comisión para ayudar a las regiones más afectadas por este proceso.