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Las familias asturianas se empobrecen con una inflación que llega a la cesta de la compra

El transporte, las gasolineras, el sector primario, la alimentación y el metal advierten de la caída de los beneficios por los elevados costes

MARÍA JARDÓN

OVIEDO.

Domingo, 14 de noviembre 2021, 01:26

La inflación no da tregua a las familias y las empresas asturianas. El dato del IPC de octubre confirma esta tendencia alcista de los precios, con el índice más alto en 29 años, al llegar al 5,3% de tasa interanual en la región, una décima menos que en España. En detalle, es un 1,8% superior al de septiembre, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Un incremento provocado, en buena medida, por la subida imparable de los precios de la energía.

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El mayor aumento lo sufrió el grupo que aglutina vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un crecimiento del 22,1%, a un abismo del -4,4% que registró hace un año. Le sigue el transporte, que aumentó un 11,3%, frente al -5,5% de octubre de 2020. El presidente de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), el asturiano Ovidio de la Roza, asegura que la inflación les está afectando «porque trajo unos incrementos espectaculares de coste, hasta de un 25%. No solo de gasóleo, sino de neumáticos, del AdBlue (aditivo necesario en el sistema de escape de muchos vehículos) y de los camiones, que también han subido». Hace especial hincapié en este producto, fundamental para los vehículos que llevan el distintivo 'eco', que ha multiplicado su coste «desde unos 45 céntimos hasta casi un euro».

El transporte de viajeros es otro sector que se ha visto muy afectado por esta crisis, en palabras de Arantza Fernández Páramo, directora general de la Corporación Asturiana de Transporte (CAR): «Suben dos de las principales partidas que tienen mayor incidencia en el coste de nuestros servicios, la de carburantes y la de personal, con el problema añadido de que muchos de nuestros servicios son públicos, es decir, que el coste está estipulado por la Administración y la empresa no puede repercutir la subida de precios en el cliente». Un obstáculo pesado para un sector que se encuentra lejos de recuperar sus cifras prepandemia. «Calculamos que estamos en un 30% menos de los viajeros transportados respecto a 2019», indica Fernández Páramo.

La gasolina se encareció un 26,5% y el gasóleo, un 30,5%. José María Barrero, presidente de la Asociación Profesional de Estaciones de Servicio de Asturias, destaca que la subida de precios ha hecho bajar notablemente los márgenes comerciales y, por lo tanto, la rentabilidad de las pequeñas empresas. «Están presionándonos a los que tenemos varios trabajadores para que reduzcamos, parece que fomentan las estaciones de servicio 'fantasma', en las que no hay personas y no hay costes laborales», lamenta.

Los datos del IPC caen como un jarro de agua fría en la región que, según la Encuesta de Calidad de Vida del INE, lidera la tasa de desigualdad económica del país, con un 7,3% frente al 5,8% de la media española; y cuenta con una tasa de pobreza del 27,7%. No hay que olvidar que la covid llevó a 30.000 asturianos a la ruina, según datos ofrecidos por la Red Asturiana contra la Pobreza y la Exclusión.

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Una situación que se recrudece ahora que la subida de precios empieza a reflejarse en los lineales de los supermercados y a encarecer la cesta de la compra de los asturianos. Las grandes cadenas de alimentación tratan así de salvar sus márgenes y lidiar con la subida de la energía y los problemas de desabastecimiento. Pero del precio al alza de los alimentos no se beneficia el sector primario. «Estamos totalmente indefensos porque no tenemos armas para trasladar los precios de la luz al litro de leche», subraya el presidente de la asociación agraria Asaja, Ramón Artime.

El pequeño comercio de alimentación, por su parte, no refleja grandes incrementos de precios. El presidente de la Asociación de Minoristas de Pescado, Manuel Rodríguez Iglesias, asegura que «el producto normal sigue igual, no hay esa subida ni esa alarma». En carnicería sí hay alimentos como el pollo, el cerdo y el cabrito que han engordado su precio estos días, pero otros, como la ternera, lo mantienen. Por otro lado, en las partidas que más afectan a la hostelería, uno de los sectores más golpeados por la crisis, las subidas han sido moderadas. Aun así, continúa sin recuperar las cifras anteriores a la pandemia.

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Mientras que el metal asturiano advierte de que la subida de los precios de la energía ha obligado a las empresas a adaptar su producción. Y la construcción alerta de que la inflación y la falta de materias primas pueden llegar a paralizar la actividad.

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