La industria se planta y pide a Maroto que se rebele contra el fondo de renovables de Ribera

De hecho, desde las patronales industriales se le pide a la ministra Reyes Maroto que defienda con más ahínco a la industria, a la que en teoría se debe, y se rebele frente a las medidas que se vienen impulsando desde Transición Energética y que penalizan duramente a un sector que atraviesa una profunda crisis, pero que se pone como modelo de empleo estable y bien remunerado y se apunta como uno de los principales vectores para la recuperación económica.

Incluso citan el ejemplo del ministro de Agricultura, Luis Planas, que se ha opuesto a la prohibición de cazar lobos que impulsa el Ministerio para la Transición Ecológica, una restricción que se rechaza desde Asturias. «Como ministro de los ganaderos, estoy a su lado y comparto su preocupación», señaló al ser preguntado por la decisión de la Comisión Estatal de Patrimonio Natural y Biodiversidad del gabinete que dirige Teresa Ribera de dotar al lobo de «protección especial».

El FNSSE, que también impulsa Transición Ecológica, dividirá los alrededor de 7.000 millones de euros que se cargan de forma anual en la factura de la luz por las renovables entre todos los generadores de energía, lo que incluye además de la electricidad, los productos petrolíferos y el gas natural. De ahí que el coste de estos dos últimos vaya a subir y, aunque en teoría el de la luz debería reducirse, según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la forma del reparto supondrá que aumente para unas 3.500 factorías entre un 4,6% y un 8,1%.

«Es otro clavo en el ataúd», han criticado desde la patronal siderúrgica Unesid. «El mensaje que se traslada es que la industria es molesta», censuran los fabricantes de azulejos. «Provocará cierres de empresas que están al límite», advierten en la industria química. Estas quejas han ido acompañadas por el registro de decenas de alegaciones al anteproyecto de ley que se está tramitando, pero tras los oídos sordos que recibieron las quejas sobre el estatuto para las electrointensivas, que no recogió sus reclamaciones, en el sector reconocen que las esperanzas no son altas y lamentan que el gabinete ecologista de la ministra no sea nada sensible con sus reivindicaciones. La confianza es aún menor ante la callada que están recibiendo del ministerio de Maroto.

Andrés Barceló, director general de Unesid, patronal en la que se integra Arcelor, reconoce que no hay señales del Ministerio de Industria, aunque al menos sí que han atendido la solicitud para mantener una reunión sobre este asunto desde Transición Ecológica, donde realmente está la clave. A final de mes está previsto que representantes de varias patronales industriales se reúnan con la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, un encuentro que agradecen, pero al que les gustaría llegar con un apoyo explícito en sus reivindicaciones por parte del gabinete de Reyes Maroto.