Inflación en Asturias

El coste de los alimentos, en su nivel más alto, lleva la inflación al 11,1% en Asturias

El IPC regional supera ya en tres décimas al nacional, que escala al 10,8%, disparado por la escalada de la electricidad, el gas y la comida, que limitan el efecto de la caída de los carburantes

Viernes, 12 de agosto 2022, 10:40

La inflación está más alta cada mes. El Índice de Precios de Consumo (IPC) del mes de julio en Asturias se dispara en tasa interanual hasta el 11,1%, según ha informado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Son tres décimas más que la media nacional, debido a un mayor encarecimiento en la región del apartado 'Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles', que no da un respiro. Así, la brecha entre el promedio español y el dato regional se agranda. El pasado mes el porcentaje asturiano solo lo superaba en una décima. Los alimentos, con la mayor subida de toda la serie histórica en el Principado, y la energía disparan el coste de la vida y limitan el efecto de la caída de los carburantes registrada en las últimas semanas.

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En Asturias, todos los apartados, salvo las comunicaciones (-2,2%), han subido los índices respecto al año pasado. Destacan los incrementos de vivienda (26,6%), transporte (16,1%) o alimentos y bebidas no alcohólicas (13,1%). También anotan subidas los precios de menaje (8,9%), bebidas alcohólicas y tabaco (5,0%) u ocio y cultura (3,4%). Además, el precio de hoteles, cafés y restaurantes ha aumentado un 7,4% en Asturias y vestido y calzado, un 6,4%. En comparativa mensual el índice desciende un 0,3% en la región.

Se da, sin embargo, un efecto estadístico en los datos hechos públicos por el INE que pudieran parecer contradictorios, aunque no lo son. Los precios aumentan ocho décimas en la comparativa interanual -el incremento de julio de 2022 con respecto a julio de 2021 en relación al de junio con un año antes-, sin embargo, sí se reducen en la mensual. De julio a junio de este año bajaron tres décimas, tanto en el Principado como a nivel nacional, gracias al periodo de rebajas, que disminuyó el coste de vestido y calzado por encima del 10%, como por la bajada del transporte derivada del menor coste de los carburantes, que se situó en el entorno del 2%, y las comunicaciones (-2%). El apartado vivienda, que incluye gas y electricidad, y el de alimentos, sin embargo, sí crecieron en tasa mensual, 2,8% y 0,4%, respectivamente, en Asturias.

A nivel nacional, el INE ha confirmado lo que adelantó hace dos semanas: la tasa de inflación ha escalado en julio hasta el 10,8%, su mayor registro desde diciembre de 1984. Supone seis décimas más que la anterior debido a los mismos motivos, el encarecimiento de la luz y los productos de la cesta de la compra. Los alimentos y las bebidas no alcohólicas alcanzaron el nivel más alto desde el comienzo de la serie histórica, en enero de 1994.

Los carburantes bajan de precio respecto a junio, pero este descenso no compensa subidas tales como el 41% en los productos energéticos respecto a julio de hace un año, o de más del 20% en alimentos básicos de la cesta de la compra como los cereales, los huevos o la leche.

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La inflación se afianza, pues, en los dos dígitos y encadena tres meses consecutivos de ascensos después de que en abril se moderara del 9,8% nacional y 9,3% asturiano de marzo hasta el 8,3%. Solo fue un espejismo. En mayo escaló hasta rozar el 9%, el dato asturiano superó ya el nacional y en junio superó ya los dos dígitos, pese a la puesta en marcha del tope al gas y el resto de nuevas iniciativas del Ejecutivo para intentar rebajarlo.

Ya ningún organismo se atreve a hablar de una inflación transitoria ni a echar la culpa a la energía y a los combustibles. Lo que comenzó siendo un encarecimiento de la electricidad hace ya más de un año se ha contagiado a todos los sectores de la actividad, en particular a los alimentos, lo que tiene graves consecuencias para el poder adquisitivo de las familias, que ven con preocupación cómo sube de precio su cesta de la compra.

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Lo indica la tasa de inflación subyacente (que no tiene en cuenta alimentos frescos ni energía, los elementos más volátiles), que también ha aumentado seis décimas en julio hasta situarse en el 6,1%, la más alta desde enero de 1993.

El aceite, casi un 30% más caro

En comparación con los precios que teníamos en julio del año pasado, los carburantes se han encarecido un 34% (aunque bajan un 2% desde junio), los productos energéticos un 41,4% y la calefacción un 44%. Por el lado de la alimentación la situación es alarmante. Productos tan básicos de la cesta de la compra como el aceite registra un alza del 28,6% en un año, los huevos y la leche un 22,5%, los cereales un 20% o el pan casi un 15%.

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En doble dígito está también la carne de pollo (16,3% más cara que hace un año), el pescado (11,4%), la carne de vacuno (14,5%), la fruta (15%), las legumbres (15,5%), las patatas (13,5%) o el café y cacao (12%).

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