Barbón cree que la reducción «se veía venir» por la exigencia de la UE

El presidente del Principado, Adrián Barbón, al contrario que las compañías afectadas, no se mostró ayer sorprendido de que la nueva subasta de interrumpibilidad se convoque con un recorte de más de la mitad de los megavatios y con la desaparicición de los bloques de 40 MW, los más rentables. «Se veía venir desde el mismo momento en que EL COMERCIO anunció que la UE había abierto una inspección de las ayudas de interrumpibilidad», señaló el jefe del Ejecutivo regional a preguntas de este periódico. «Es un debate que lleva tiempo, si son ayudas de Estado y si se tienen que reducirse a determinados márgenes», añadió. No obstante, el presidente regional reconoció que el ajuste de la subasta «no es una buena noticia», porque «no nos gusta nada que se reduzcan las compensaciones». En este sentido, anunció que «exigirá explicaciones» al Ministeriopara la Transición Ecológica y que demandará alternativas para resolver el problema del coste energético que afronta la industria.

Barbón consideró que «de forma urgente» tiene que aprobarse el estatuto para los consumidores electrointensivos, aunque defendió también que este año se han elevado a 172 millones las compensaciones por los derechos indirectos de CO2, gracias, recalcó, a la demanda del Principado, que consiguió que aumentaran hasta la mayor cuantía en la historia de España.

«Creemos que hay que seguir en la línea de estas compensaciones», reiteró el presidente regional, que aseguró que su posición como Gobierno de Asturias así como la del Partido Socialista siempre ha sido «buscar soluciones para la problemática industrial para garantizar la competitividad».