Esta es la pensión a la que puedes optar si nunca has cotizado

La pensión de jubilación es un derecho recogido en la Constitución para asegurar la suficiencia económica a los ciudadanos de la tercera edad y tener un futuro financiero, o al menos eso se busca con el sistema de pensiones y cotizaciones que existe en España. Cuanto más cotices a lo largo de tu vida laboral mayor será la pensión que recibas según estime la Seguridad Social. Sin embargo, algunas personas se enfrentan a situaciones en las que no han cotizado nunca o no lo suficiente y se encuentran con la negación al acceso de la pensión.

En España existen dos tipos de pensiones: las contributivas, aquellas cuya cuantía se determina por la cotización acumulada en los últimos quince años de vida laboral como mínimo, y las pensiones de jubilación no contributivas para aquellas personas que no hubieran cotizado lo suficiente y tuvieran que acogerse a esta modalidad en cuyo caso adquieren el derecho vitalicio a cobrar esta prestación si es que cumplen con todos los requisitos para optar a ella.

Los requisitos para poder cobrar la pensión no contributiva son varios y se basan principalmente en las rentas del solicitante y su núcleo familiar:

—Tener 65 o más años

—No tener otras rentas: se entiende por rentas los baremos fijados para cada año por la Administración

—Residir legalmente en España lo que implica haber vivido como mínimo diez años en el país y que al menos dos de ellos sean inmediatamente anteriores a la solicitud.

Esta pensión no contributiva y reconocida para aquellas personas que no tienen los recursos básicos de subsistencia es incompatible con la pensión no contributiva de invalidez o con el subsidio de garantía de ingresos, así como cualquier otra pensión reconocida. Asimismo, se cobrará siempre que se sigan manteniendo los requisitos exigidos ya que la Administración podrá efectuar revisiones periódicas para comprobar que se sigue teniendo derecho a la misma por lo que la pensión podría sufrir cambios e incluso extinguirse.

Otra de las condiciones para poder cobrar esta pensión no contributiva de jubilación es no contar con otras rentas mayores al límite establecido anualmente. Por ello es que el pensionista no contributivo presenta una declaración de ingresos y rentas de la unidad económica de convivencia así que cualquier cambio económico, de residencia y de estado civil tanto del solicitante como de sus familiares convivientes en el mismo domicilio, deberá ser notificado ya que computan las rentas de todos los empadronados en la misma casa.

Si no se comunica cualquier cambio al órgano gestor, este podrá tomar medidas y sancionar por las cantidades indebidamente cobradas y dar lugar a la modificación de la pensión, así como al reclamo de las cuantías percibidas. El IMSERSO también fija los límites de rentas que el pensionista puede tener si quiere cobrar también la pensión no contributiva que para 2023 se sitúa en cómputo anual en 6.784,54 euros, aunque varía en función del número de personas que conformen la unidad familiar.

Estas pensiones también están sujetas a la revalorización que en 2024 será de un 18,34 % para poder equipararlas al 75 % del umbral de la pobreza para una sola persona en 2027 un objetivo marcado que hará que la pensión no contributiva sea de 7.300 euros anuales en 2024.

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