Los repartidores de cobre que se están dejando de utilizar.

El fin de la era del cobre

Telefónica empieza a desmantelar sus centrales basadas en este metal para sustituirlas por la tecnología de fibra que ahorra recursos

Domingo, 10 de octubre 2021, 21:45

Asturias tiene dos centenares de centrales de telefonía basadas en el cobre. Unas son enormes, otras apenas un armario, pero desde hace muchas décadas permiten ... las comunicaciones en la región. Sin embargo, el camino de la digitalización terminará con ellas.

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En estas centrales existe un centro repartidor en el que se unen todas las numeraciones de teléfono de la zona con los grupos y pares a través de un puente de ese metal. De ahí salen a la calle y llegan a las viviendas. A cada hogar le corresponden dos hilitos de cobre muy finos. Si se unen todos es mucho material. Es la tecnología 'de siempre', pero la fibra gana terreno y ya no necesita pasar por el repartidor. Tampoco requiere de tanta cercanía con el cliente (de ahí que haya tantas), ni de todo ese espacio que ocupan las antiguas instalaciones.

Con esta evolución Telefónica ha comenzado a 'apagar' sus centrales de cobre. Ya lo ha hecho con cuatro de Asturias, situadas en Soto de Llanera, Siero, Oviedo y Corvera. «Comenzamos el proceso de trasformación de la red con el cierre de centrales en el año 2016 y desde entonces, a pesar de circunstancias adversas en algunos años como el pasado, hemos seguido el plan de cierre de centrales de cobre y expansión de la fibra», señala Pablo Ledesma, director de Operaciones de Telefónica España.

De hecho, la central de Soto de Llanera fue una de las primeras del territorio nacional en cerrarse. Desde marzo de 2017 todas sus conexiones pasaron a colgar de la fibra óptica de una central cercana. Las nuevas tienen capacidad de dar servicio al mismo número de accesos que se atienden desde cuatro instalaciones de las tradicionales, pero además la tecnología de acceso con fibra ocupa solo el 15% del espacio de las anteriores.

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Más allá de las instalaciones de Asturias, el primer semestre del año Telefónica alcanzó el hito de las 1.000 centrales de cobre apagadas. Desde el inicio de su plan de cierres, en 2016, la compañía ha desmontado 65.000 toneladas de cable; ha reciclado 7.140 toneladas de RAEEs (residuo de aparatos eléctricos y electrónicos) y otros elementos; ha reutilizado más de 128.000 tarjetas en su red y ha ahorrado alrededor de 1.000 Gwh (355.000 tCo2, equivalente a plantar seis millones de árboles). Porque además de ganar eficiencia y espacio, este cambio supone también un enorme ahorro energético.

En esta carrera por la digitalización, Asturias sale en buena posición, con más de 440.000 unidades inmobiliarias en cobertura de fibra óptica, un 99.5% de cobertura 3G, 99% de 4G y más del 89% de 5G (muy por encima del 80% de media nacional ). «Se halla en una posición privilegiada en cuanto a conectividad, a la cabeza de Europa en este marcador imprescindible para la digitalización y el desarrollo de la región», destaca la compañía. Y eso que España también se encuentra a la cabeza en este desarrollo, ya que es el país europeo con más fibra óptica sw Europa.

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El objetivo del plan pasa por completar la cobertura de fibra con una red totalmente digital e impulsar que todos los clientes pasen a fibra para estar en una mejor posición ante el futuro digital, además de consolidar objetivos medioambientales. Este proceso conlleva, además, un impulso de la economía circular basándose en la reducción, reutilización y reciclaje (regla de las 3 R's). El compromiso de Telefónica es lograr las emisiones netas cero para el año 2025.

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