¿Por qué irán a la huelga los trabajadores de Ryanair?

Los sindicatos de tripulantes de Ryanair USO y Sitcpla han convocado a los trabajadores de la aerolínea a seis jornadas de huelga de 24 horas que coinciden con el comienzo de la operación salida de vacaciones. Los paros están anunciados para los días 24, 25, 26 y 30 de junio y 1 y 2 de julio. Aunque la compañía aún no ha anunciado la cancelaci ón de ningún vuelo, lo más probable es que diversos trayectos se vean afectados.

El objetivo de las movilizaciones es obligar a la compañía a retomar las negociaciones para aprobar su primer convenio colectivo en España. La firma low cost es la única aerolínea internacional que carece de este acuerdo marco. En opinión de las centrales sindicales, la propia empresa «ha forzado» el paro.

«Tenemos que volver a la movilización para que la realidad de nuestra situación se conozca, para que se obligue a Ryanair a cumplir con la aplicación de los derechos laborales básicos y las sentencias judiciales y para conseguir cerrar un convenio y unas condiciones de trabajo dignas», reivindica Lidia Arasanz, secretaria general de la sección sindical de USO en la firma.

Los tripulantes se consideran tratados como «trabajadores de tercera». La aerolínea canceló las negociaciones con este sindicato y Sitcpla tras alcanzar un acuerdo con CC OO, «sindicato sin implantación entre el personal de vuelo de la compañía», que «legitima las condiciones precarias».

Los sindicatos convocantes acusan a Ryanair de no aplicar la legislación laboral española. La tripulación, detallan, no tiene derecho a los 22 días laborales de vacaciones anuales ni los 14 festivos nacionales.

Además, se obstaculiza el acceso a los derechos de reducción de jornada por guardia legal y/o cuidados de familiares, los trabajadores no reciben sus nóminas siguiendo el modelo legal ni en castellano; no se respeta la normativa de Prevención de Riesgos Laborales y tampoco se da agua en los aviones a los empleados.

FACUA-Consumidores en Acción ha advertido a todos los pasajeros afectados que tienen derecho a compensaciones de al menos 250 euros y a la devolución del importe del billete y de los gastos que pudieran haber tenido que hacer frente si su vuelo resultase cancelado.

Según una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de abril de 2018, una huelga no entra dentro del concepto «circunstancias extraordinarias» -que exime de entregar las cantidades- por lo que la compañía tampoco puede negarse a conceder las compensaciones exigidas.

No obstante, estaría eximido de abonarlas si informara a los usuarios de la cancelación con «al menos con dos semanas de antelación con respecto a la hora de salida prevista» o «con una antelación de entre dos semanas y siete días con respecto a la hora de salida prevista y se les ofrezca un transporte alternativo que les permita salir con no más de dos horas de antelación con respecto a la hora de salida prevista y llegar a su destino final con menos de cuatro horas de retraso con respecto a la hora de llegada prevista».

Tampoco si se les informa «con menos de siete días de antelación con respecto a la hora de salida prevista y se les ofrezca tomar otro vuelo que les permita salir con no más de una hora de antelación con respecto a la hora de salida prevista y llegar a su destino final con menos de dos horas».

La compañía podría reducir estas compensaciones en un 50% en el caso de que ofrezca un transporte alternativo al pasajero con una diferencia de hora de llegada con respecto a la del vuelo inicial «que no sea superior a dos horas, para todos los vuelos de 1.500 kilómetros o menos», «que no sea superior a tres horas, para todos los vuelos intracomunitarios de más de 1.500 kilómetros y para todos los demás vuelos de entre 1.500 y 3.500 kilómetros» o «que no sea superior a cuatro horas» para el resto de vuelos.

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