¿Puedo construir una piscina en mi ático si vivo en una urbanización?
La carga que ejerce el peso del agua de una piscina sobre el forjado de una terraza o azotea hace necesario analizar hasta qué altura podría llenarse, y puede requerir también de un refuerzo de la estructura que requeriría de licencia de obras y del permiso de la comunidad
pisos.com
Sábado, 23 de octubre 2021, 07:11
La búsqueda de una mayor comodidad en las viviendas y de disfrutar en mayor medida de las zonas exteriores de los inmuebles ha hecho aumentar el interés por instalar piscinas en áticos, azoteas y terrazas, hinchables o permanentes. Cada año los colegios de arquitectos alertan del peligro que puede entrañar esta idea, y cada año se producen derrumbes de forjados por esta causa, por lo que es necesario valorar muy bien los riesgos, si es necesario, con la ayuda de un especialista.
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Algo que puede parecer tan inofensivo como una piscina hinchable puede sobrecargar la estructura del forjado y provocar su derrumbamiento. Aunque se trate de una simple piscina de plástico, el agua pesa más de lo que podemos imaginar, y a ese peso hay que sumarle el de las personas en su interior y, en el caso de las piscinas desmontables de madera, el de la propia instalación.
Tanto el actual Código Técnico de la Edificación como la anterior normativa que hacía referencia al cálculo de las estructuras de las edificaciones establecen que una terraza o azotea debe aguantar como mínimo una carga permanente de 200 kilogramos por metro cuadrado, a lo que se suma una carga variable (para ser capaz, por ejemplo, de aguantar el peso de la nieve) que habitualmente es de otros 100 kilos por metro cuadrado.
Es decir, en verano, sin presencia de nieve, el forjado de una terraza o azotea tiene que estar preparada para aguantar como mínimo una carga de 300 kilos por metro cuadrado. Lo que puede parecer mucho se traduce en el volumen de agua que cabría en una superficie de un metro por un metro, con una altura de 30 centímetros. O, lo que es lo mismo, cada 10 centímetros de altura de agua en un metro cuadrado pesan 100 kilos.
A no ser que se valore la idea de instalar una piscina para niños muy pequeños, una altura del agua de 30 centímetros, que es la que el forjado podría resistir con total seguridad, puede no resultar muy atractiva. Existen, sin embargo, otros factores que influyen positiva y negativamente en la sobrecarga que produciría la piscina en la estructura, pero siempre es recomendable consultar a un arquitecto sobre la idoneidad o no de instalarla, ya que es quien puede estudiar las características y estado del forjado.
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Al peso del agua habría que sumarle el de la persona o personas que vayan a bañarse en la piscina. En el caso de las piscinas rígidas, también el propio peso de su estructura. Sin embargo, hay que tener en cuenta otros factores, como el coeficiente de seguridad que se emplea en el cálculo de las cargas que son capaces de aguantar las estructuras, del 1,5. Es decir, si se le suma ese margen de seguridad, un metro cuadrado de terraza o azotea sería capaz de aguantar hasta 450 kilos.
Los accidentes que cada año se producen por la instalación de piscinas sobre estructuras incapaces de aguantar su peso aconsejan no tomarse esta cuestión a la ligera. Un arquitecto es la persona más indicada para estudiar el caso y confirmar si la piscina puede instalarse o no, y hasta qué altura podría llenarse.
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Para sus cálculos, los arquitectos tienen en cuenta si los materiales empleados en el forjado son los adecuados o qué porcentaje de superficie ocupa la piscina en relación con la del total de la terraza. Cuanta menor sea esa proporción, más margen existirá para llenar más la piscina. El lugar de la terraza en el que se ubica la piscina (si es sobre un pilar, una jácena o una viga, o por el contrario simplemente sobre el entrevigado del forjado) influirá también en la capacidad de la estructura para aguantar la sobrecarga.
Permisos y seguros
La instalación de una piscina hinchable, portátil o desmontable no requiere de la autorización de la comunidad de vecinos, ya que no se necesita realizar una obra que vaya a alterar los elementos comunes de la finca. Sin embargo, el arquitecto puede recomendar reforzar la estructura del forjado, lo que obligaría a obtener una licencia de obras y, posiblemente, la aprobación por parte de la junta de propietarios. Pese a tratarse de una zona común, el coste de la obra tendría que abonarlo el propietario.
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Además, hay que tener en cuenta que en caso de pérdida de agua o rotura la piscina podría llegar a provocar filtraciones, por lo que se recomienda ampliar las coberturas de la póliza del hogar.
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