Un ciclista todoterreno en la travesía de la izquierda

Le han reñido ya. Muchas veces en los últimos días. Y eso que parece difícil reñir con él. En toda su etapa política, primero como concejal en Sobrescobio, un puesto que nunca había logrado antes IU, y desde 2015 como diputado de la coalición en la Junta, la única bronca que se le conoce es la que mantuvo, en la legislatura que ahora acaba, con el director general de Vivienda. Era una comparecencia de Fermín Bravo y la bronca, por lo insólita y dura, hizo saltar las alarmas del pacto que la coalición ha mantenido con el PSOE.

Pese a esa dificultad para discutir con él, a Ovidio Zapico (Laviana, 1971) ya le han reñido. Varias veces y varias personas, pero todas por un mismo motivo: «Eres el candidato, tienes que salir en la foto». Un mensaje que el aludido entiende, pero que rebate. Cree él que los votantes quieren saber de los políticos qué han hecho para mejorar sus vidas, las de los votantes, y no cómo se llama su madre, la del político, o si le gusta más la carne o el pescado. Al político.

«Es tan trabajador como tímido», da fe Damián Manzano. «Cuando desde Comisiones Obreras hicimos la marcha a Madrid en la defensa de Alcoa, en la parada de Benavente nos encontramos con él, que venía a apoyar a los trabajadores. Pero lo hizo sin que hubiera fotografías. Y no fue la única vez», aclara.

Un mensaje, el del secretario de la Federación de Industria de CC OO que clona Leticia Gil. «No es un político de salir en la foto, sino de recorrer la región, de estar en la calle, de escuchar a la gente y buscar soluciones a los problemas». La coordinadora y candidata de IU en Laviana es una de las que ha reñido a su jefe de filas. Por su 'no salir en la foto' y por más cosas. «Reñimos mucho, pero siempre acabamos bien», bromea.

Lo mismo dice la otra reñidora, la candidata de IU por Occidente, María José Miranda, que lo ve como una muestra «de su modo de estar en política. Como coordinador, apuesta por la horizontalidad, por trabajar en equipo». No obstante, aunque entiende «que sea celoso de su intimidad», apuesta ella «por dar más visibilidad a todo lo que hace». Según ella, «es mucho. Tiene una capacidad de trabajo increíble. Es perfeccionista hasta la obsesión», asegura.

Y lo dice una persona que, cuando conoció a Ovidio Zapico lo hizo en 'competición' con él. «Yo estaba con Manuel González Orviz y él, con Ángel González», pero pronto 'el neñu de les camisetes', como le llamaban -«porque siempre iba vestido con ropa de montaña y con camisetas con eslóganes reivindicativos», recuerda entre risas- la ganó para siempre. «Recuerdo una conversación que tuvimos en la Junta y le dije 'Donde vayas tú, voy yo' porque primero está la defensa de los principios».

Y juntos estuvieron en el Parlamento asturiano y podrían haber repetido como equipo si los votos de los comicios de 2019 no la hubieran dejado a las puertas. «Estaba preocupadísimo por mí. Por cómo estaba yo. Y le dije que no pasaba nada, que yo me volvía a dar clases -es profesora en el IES de Navia- y que seguiríamos trabajando juntos». Profecía que se cumplió «estoy en la candidatura de IU, por Occidente, y en IU, como secretaria de Coordinación Territorial.

Un carácter «conciliador y dialogante» a los que todos achacan que el cierre de la candidatura autonómica, con inclusión de personas de otras formaciones y su claro apoyo a la iniciativa Sumar, de la vicepresidenta Yolanda Díaz, se haya producido sin las rupturas de otrora.

Entonces, ¿nadie va a contar quién es Ovidio Zapico más allá de lo sabido, que es el coordinador de IU y el candidato de la coalición a la Presidencia? «Se puede decir de él que tiene tres pasiones: la política, la bici y su hija», abre María José Miranda la veda en la faceta más personal del lavianés con corazón coyán.

«Es un referente, para mí, un maestro», continúa Alejandro Alonso, aquel joven de veinte años (pero que aparentaba muchos menos) que en 2015 sustituyó a Zapico en el puesto de edil del Ayuntamiento de Sobrescobio.

«Él fue el primero en lograr un puesto allí para IU. A mí me tocó sustituirle en 2015, cuando no pudo compatibilizar la concejalía con el cargo de diputado», recuerda él, que también se encarga de humanizar su definición oficial de autónomo, empresario turístico especializado en el mundo rural y de montaña. «Su mujer regentaba el albergue de Soto de Agues y él era muy conocido en toda la zona porque impulsó mucho las rutas de montaña, de la que fue guía».

Una senda, la de contar la pasión por la montaña y la bici de Ovidio Zapico, por la que también se adentra Damián Manzano. «Además de una persona muy honesta, es un apasionado de la bicicleta. Yo soy de Quirós y me lo encuentro muchas veces».

En un 'me lo encuentro' que no significa que el secretario de la Federación de Industria de CC OO comparta la afición de Zapico: «Admiro de él su carácter conciliador, pero en lo de la bici y las 'xatadas' que se pega, ahí no me encontrará», aclara, entre risas.

Tampoco María José Miranda incluye en el su 'Donde tú vayas, voy yo' que le dijo hace años lo de la montaña. Ni Leticia Gil. «Y eso que uno de los que va con él en bici es mi padrín», reconoce.

Pero es que es difícil seguir su ritmo «en la bici y en todo. No acabó la carrera de Derecho, pero siempre le digo que no lo hizo por falta de capacidad o de inteligencia, que tiene más que muchos, sin porque que él lo quiere todo para ya: estudiar y examinarse en un año. No todo el mundo tiene su ritmo», apunta Miranda.

Porque no es una bici de paseo la suya. Es una Bicicleta Todo Terreno, conocida por las siglas BTT que él utiliza como parte de su nombre en las redes sociales. «Todo terreno como él», frase que dicen tanto Miranda como Gil y Manzano, pese a que cuando lo dicen no están juntos. Pocos montes asturianos no ha surcado con sus dos ruedas. Como también sabe lo que es sudar la gota gorda en Pirineos. Y si la nieve no le deja ir a la montaña con la bici, se calza las raquetas y camina y camina. «Creo que es una forma de soltar toda la energía que tiene», asume María José Miranda.

Es ella la que abre un poco más la puerta para conocer al Ovidio Zapico que hay tras el coordinador regional. «Lo pasó muy mal durante la covid. Lo pasó mal por lo que estaba ocurriendo, por la tragedia y, también, porque no puede con la inactividad», sigue hablando su amiga. Una preocupación que, sin embargo, «no tuvo cuando el mismo pasó la covid», recuerda Leticia Gil. «Íbamos en varios en el coche a una reunión y le dije: 'Ovidio, esa tos suena mal, tienes covid'. No se lo quería creer, pero sí, se contagió».

De lo poco que él ha contado, se sabe su gran admiración por su «güela Líber», 'rebautizada' como Ana María por el régimen franquista. Pero poco, nada en realidad, ha dicho de su gran referente vital. De la hija de Líber, de la otra Ana María, su madre y puntal, que murió en 2017.

Una marcha inesperada que «le ha dolido mucho, muchísimo». Hasta el extremo de que, incluso, le duelen las imágenes que pueblan la casa de su padre, bautizado Andrés, aunque todos llaman Marcelino. Pero el hijo de Ana María, el ciclista todoterreno, quema su pena pedaleando en la travesía de la izquierda.

«Fuimos pioneros en impulsar vivienda asequible»

Lo lógico es que posara montado en una bici, la azul (¿no debería de ser roja?) de montaña con la que recorre kilómetros como si no hubiera un mañana. De su amor por las dos ruedas salió la ruta en solitario entre el Cantábrico y el Mediterráneo, atravesando los Pirineos. Es fácil encontrarlo subiendo cualquier cuesta.

Incluso que posara con unas raquetas, porque cuando la nieve le impide deslomarse en la montaña a bordo de su bici, decide hacer lo mismo, pero a pie.

Pero, Ovidio Zapico, el coordinador de IU y candidato de IU-Más País-Izquierda Asturiana a la Presidencia del Principado, quiere salir en la foto con una casa. Una que tiene mucha historia detrás, puesto que fue la elegida para la campaña 'Tú casa en nuestros planes', la que impulsó su compañera de filas Laura González en el cogobierno del Principado con el PSOE en 2003. «Fuimos pioneros en impulsar vivienda asequible», recuerda. Prometieron 15.000. Y cumplieron.