FSA y PP coinciden en que la dimisión de sus dirigentes es «lo correcto»

PSOE y PP coinciden en que la dimisión de la Secretaria de Movilización y Dinamización de la FSA-PSOE, Pilar Huerta, y del presidente de los populares de Sariego e integrante de la candidatura local, Ignacio Cifuentes, tras ser acusados de atentado contra la autoridad, es lo «correcto». Ambos, pareja sentimental, fueron detenidos por enfrentarse a la Guardia Civil tras verse envueltos en un altercado en la noche del sábado en Llanera. Los dos pasaron la noche en el cuartel.

El secretario general de la FSA, Adrián Barbón, en línea con las declaraciones realizadas el mismo domingo, incidió ayer en que el PSOE tiene «el listón muy alto en comportamiento» y defendió que, ante situaciones de este tipo, y en tanto que se aclare lo sucedido, lo correcto es dar un paso atrás. Subrayó además la respuesta «contundente y nítida» por parte de Huerta quien, de forma inmediata, presentó no sólo su dimisión del cargo que ocupaba en la FSA, sino también su baja voluntaria del partido en tanto en cuento «se procede a la aclaración de los hechos».

Ayer el portavoz de la campaña del PP, José Agustín Cuervas-Mons, también en respuesta a las preguntas de los medios de comunicación, calificaba el incidente de «lamentable». Igual que Barbón, Cuervas-Mons evitó profundizar sobre el tema al entender que el incidente tuvo lugar en el «ámbito personal» y que se trata de una cuestión zanjada desde un punto de vista político ya que las dos personas implicadas ya han dimitido de sus respectivos cargos políticos. Concretamente, Cifuentes ha renunciado a sus responsabilidades como presidente del PP de Sariego y a formar parte de la lista local, aunque seguirá militando en la formación. «No tengo más valoración que hacer. Es lo correcto», resolvió el también integrante de la lista autonómica del PP, quien aseguró desconocer los detalles de la trifulca en la que se vieron envueltos Cifuentes y Huerta, también asesora en la Junta.

El incidente tuvo lugar en la noche del sábado, cuando la Guardia Civil de Llanera recibió una llamada indicando que se estaba produciendo un altercado en la calle. Al parecer, ese aviso fue realizado por un hombre que formaba parte de un grupo de personas que, según apuntó a los agentes cuando se personaron en el lugar, «estaban siendo molestados» por la pareja.

Los agentes personados en el lugar trataron de mediar en el altercado y, según pudo saber EL COMERCIO, Ignacio Cifuentes mantuvo una discusión con ellos, llegando a producirse un forcejeo, por lo que fue detenido por atentado contra la autoridad y trasladado al cuartel. Cuando este se encontraba en las dependencias de la Guardia Civil, se acercó hasta las mismas Pilar Huerta, en un estado «bastante alterado», según testigos presenciales, recriminando a los agentes la detención de su pareja. Llegó a golpear la puerta de entrada al cuartel mientras gritaba, lo que llevó a los agentes a proceder, también, a su detención por atentado contra la autoridad.

El episodio y las consecuencias políticas generaron un revuelo interno en el seno de ambos partidos y fueron la comidilla del día en los diferentes actos de campaña del resto de las formaciones. Eso sí, la mayoría de los partidos coinciden en que una vez que han presentado sus correspondientes dimisiones se trata de un tema que se enmarca ya en el ámbito privado y evitan hacer declaraciones públicas más allá, como apuntaban ayer Covadonga Tomé (Podemos) y Alejandro Suárez (IU), de «lamentar cualquier hecho de este tipo, al margen de quien lo protagonice». Adrián Pumares (Foro), por su parte, habló de actitud «totalmente condenable», máxime para quien ocupa un cargo de representación política.