Los candidatos asturianos del PSOE y del PP se enzarzan por la gestión de los fondos europeos

El número 7 en la lista del PSOE aprovechó su primera intervención para poner ahí el foco. Indicó que la industria sigue representando el 20% del PIB de Asturias y ha contado con los fondos Next Generation para superar el parón de la pandemia, un dinero logrado «en una negociación complicada liderada por Pedro Sánchez». Interesa a la región «darle continuidad» a los fondos Next Generation en la próxima legislatura. «Necesitamos un intrumento con el que hacer política industrial y fortalecer el tejido de Asturias y del continente. Las crisis nos han recordado que necesitamos producir localmente, que no podemos seguir confiando en que la globalización nos provea de determinados productos», mantuvo el socialista, quien lamentó que «en las ocho páginas del manifiesto del PP» no ha encontrado «ninguna referencia» sobre el futuro de estos dineros.

Susana Solís, número 15 del PP, negó que esa fuera la extensión del programa y se comprometió a hacerle entrega del mismo para que aclare sus dudas. Replicó que «los cinco días de Sánchez aquí no cuentan nada» y recordó que los Next Generation salen con Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea, «es decir, bajo presidencia del PP». Solís coincidió que los Next Generation son «la gran oportunidad, pero hay que saber aprovechar esos 163.000 millones y cuando miramos en qué se han usado vemos que el sector público supone el 80% de los 100 grandes perceptores». El dinero «estaba destinado para transformar la economía y ayudar a los autónomos, pero no han llegado a la economía real», aseguró.

La candidata del PP dijo haber estado la víspera con una treintena de empresarios, ninguno de los cuales habría ingresado ayuda de importancia por esta vía. «Alguno había recibido el kit digital, que iba a llegar a un millón de pymes y al final solo lo hará a 300.000», detalló. Los PERTES «son un fracaso», sentenció. El de la descarbonización habría empezado ahora a adjudicarse «y hay que gastar los fondos en el 2026» y en el de Agroganadería «no hay ni una empresa asturiana». Aseguró que según la plataforma Elysa, elaborada por el Gobierno central, en el Principado solo se habrían ejecutado «el 23%. Es algo que no nos podemos permitir. Castilla y León tiene la ejecución nueve puntos por encima; la de Cantabria es 13 puntos superior, la de Galicia 23», cifró.

El eurodiputado socialista aseguró que el Principado «ha ejecutado el doble de lo que acaba de decir» y recriminó a su adversaria su «empeño en transmitir que los fondos europeos se gestionan mal; hacéis un flaco favor a Asturias». Recordó que según una fundación «el Principado es la segunda que mejor ejecuta los fondos» y estimó en «más de 10.000 las empresas asturianas que ya han recibido financiación».

Fernández intentó en varias ocasiones alejar la conversación sobre la gestión de los fondos: «Nos presentamos para diseñarlos un instrumento colectivo, que los fondos se ejecuten más rápido o más lento no se dilucida en estas elecciones. Ya tuvimos locales y autonómicas el pasado año». De tener que insistir el en tema, recordó que al Ayuntamiento de Oviedo se le concedieron diez millones para mejorar zonas urbanística «y ya ha perdido cuatro para la Tenderina y Guillén Lafuerza y está a punto de perder dos para El Fontán».

Paneque solicitó que aclarasen la disparidad de datos para el público, pero el enzarzamiento continuó. Solís recordó que durante tres días participó en una misión para evaluar la gestión de los fondos y el resultado es «un informe que dice que no se sabe la ejecución real». «Es un informe hecho por los diputados del PP», apostilló su contrincante.

El segundo bloque del debate estaba diseñado para que cada uno explicara cómo influyen los parlamentarios asturianos en la agenda europea. Ahí Susana Solís apuntó que «los próximos cinco años van a ser los del pacto industrial, y eso es una oportunidad para Asturias porque ahora estamos perdiendo tejido, unos 2.000 empleos desde 2019».

La candidata del PP dijo haber estado visitando a Arcelor y Alcoa: «Lo que nos dicen es que la industria necesita seguridad jurídica, precios bajos de energía u menos regulación y en eso vamos a trabajar los próximos cinco años». La avilesina puso como ejemplos «lo que está haciendo Bélgica para atraer inversiones de Arcelor en su planta de Gante, o Francia con la de Dunkerque». «Hemos aprobado una reforma del mercado eléctrico con lo que podríamos estar dando precios estables y contratos bilaterales como Francia y Alemania», expuso. Es una oportunidad «que España no está aprovechando» para desbloquear las inversiones de Arcelor para descarbonizar sus instalaciones.

«Fuimos los primeros en pedir la ayuda de Arcelor y fue la primera que se aprobó», opuso Jonás Fernández, quien pidió confianza. «Es cierto que en estos momentos ninguna planta está en proceso de descarbonización pero hay una negociación discreta entre el Gobierno de España y Arcelor; he podido ayudar en la revisión del mercado del CO2 y del arancel ambiental para contruibuir a dar una salida», reivindicó el socialista.

Fernández apostó en todo caso por armar «una respuesta colectiva en política industrial; no podemos dejar que cada país haga respuestas individualizadas porque los hay más fuertes que otros». El socialista asumió como reto personal «ayudar a viabilizar la ZALIA», algo para lo que pidió votar a «diputados influyentes».

Susana Solís por su parte comprometió que su formación «va a intentar que haya la autopista del mar y que el Corredor Atlántico sea una realidad».