«Implantaremos una 'tasa Amazon' para proteger al comercio de proximidad»

-¿Qué plantea su partido en materia fiscal para Gijón?

-Lo primero es mirar qué ingresos son necesarios para mantener y modernizar los servicios públicos y para mantener la inversión social y productiva. A partir de ahí, no se trata de subir o no subir impuestos, sino de dónde se suben y dónde no. Estos cuatro años el gobierno local, con IU, estableció un sistema de bonificaciones fiscales, en función de renta, para el acceso a servicios públicos, actividades deportivas y culturales...

-¿Recuperarían el IBI 'para ricos'?

-Sí. Lo llevamos en nuestro programa electoral. Aparte, los impuestos no siempre tienen un objetivo recaudatorio, también sirven para incentivar o desincentivar determinados modelos de actividad económica. Por ejemplo, vamos a implantar una 'tasa Amazon' al reparto de paquetería como una forma de desincentivar el comercio electrónico y proteger al de proximidad, que es el que genera empleo y permite que los barrios estén vivos.

-Las empresas municipales pasan un momento delicado. ¿Qué solución propone?

-Gijón tiene unos servicios públicos de lujo y es de las pocas ciudades que no han caído en políticas de privatización. Lo que hay que hacer es cambiar el modelo de gobernanza y asegurar unos ingresos suficientes revisando tarifas. Aparte, grandes empresas como Emulsa y la EMA tienen que hacer algo más que prestar un servicio público. Pueden contribuir a una estrategia de generación de conocimiento y de relación con la economía verde y la economía azul. Su futuro también pasa por ahí.

-¿Garantiza la prestación pública de estos servicios?

-Sí. Y no solo las empresas van a seguir siendo públicas. Avanzaremos en la internalización de otros servicios que ahora se prestan bajo fórmulas de externalización. Y un caso paradigmático es el Patronato Deportivo, que prácticamente tiene dos plantillas: una pequeña propia y otra paralela, de una empresa.

-¿Qué solución le ve a EMTUSA?

-EMTUSA lo que necesita es financiación y una apuesta decidida por modernizar la empresa y renovar la flota. Más conductores, más frecuencias, reducir los tiempos de viaje... Y debemos pensar si queriendo eso se pueden seguir pagando 38 céntimos por billete. Las políticas de incentivación del transporte público no pueden ir en perjuicio de la empresa. Tenemos pendiente un plan de reordenación de líneas participado por los trabajadores y las asociaciones vecinales. Cuando se defina el modelo que queremos, habrá que decidir cuántos autobuses hacen falta, cuántos recursos hay que poner y probablemente también cuánto tenemos que pagar por el autobús.

-¿Cómo ve la política social?

-Debemos replantear el modelo, el que sigue es el de los años 80 y 90, y primar la intervención social frente a las políticas de asistencialismo. Hay que ir a un modelo de cuidados, con un enfoque comunitario. Y hacen falta dos unidades de trabajo social más, una en El Polígono.

-¿Ve posible un pacto de gobierno como el de 2019?

-Ahora es el momento de competir, e Izquierda Unida compite por la Alcaldía. Pero debería contestar el PSOE, que sí me gustaría que abandonara la tibieza y fuera más valiente en los planteamientos de futuro para la ciudad. A partir de ahí, IU nunca va a permitir, ni por acción ni por omisión, un gobierno de derechas en la ciudad.