El candidato a la Alcaldía del PSOE, Carlos Fernández Llaneza, frente al espejo. ARNALDO GARCÍA

El candidato reflexivo, tenaz y paciente

Carlos Fernández Llaneza. Ovetense de Vallobín, es familiar y responsable; quiere diseñar la ciudad para afrontar el segundo cuarto del siglo XXI

RAFAEL FRANCÉS

Domingo, 30 de abril 2023, 01:25

Los que le conocen lo definen como tenaz, tímido, respetuoso, educado, reflexivo, católico practicante, tranquilo, paciente, estudioso, responsable, generoso, familiar y con su padre Jesús, ... fallecido en 2014, como referente político. Si se le observa un rato, se nota que le cuesta sonreír, lo que le da un gesto adusto. Sonreír, sonríe, pero le cuesta.

Publicidad

INFANCIA. De niño, en una imagen tomada en el Campo San Francisco, comiendo un barquillo.

Carlos Fernández Llaneza (Oviedo, 1963) es el candidato del PSOE a la Alcaldía de Oviedo desde el pasado 16 de octubre y su camino hacia las elecciones del 28 de mayo ha sido como es él, sin prisa. A fe que quien lo define da en el clavo. Es ahora, a un mes de los comicios, cuando acelera el paso.

JUVENTUD. El servicio militar le tocó hacerlo en Melilla, como refleja esta imagen, vestido de soldado raso.

Ovetense de Vallobín, es hijo de Jesús, que «trabajó en Casa Viena y en sus ratos libres se dedicaba a la política, y Leonor». De casta le viene al galgo porque Carlos Llaneza repite con orgullo que fue su padre el que le metió el gusanillo de la política en el cuerpo y que «ahora me presento en parte para honrar su memoria porque siempre me enseñó que debía trabajar por los ciudadanos, eso empapa y te contagia». Jesús, militante de UGT desde 1929 y del PSOE desde 1931, «hizo la guerra en Oviedo y le hirieron en el asalto al Cuartel de las Adoratrices».

EN FAMILIA. Junto a su padre, Jesús, su referente personal y del que le viene la pasión por la política, fallecido en 2014.

El resto de la familia son tres hermanos mayores que él (Ana Isabel, María Elena y Jesús). Y tres hijos: María, Carlos y Alberto. «Es generoso, educado y tiene a mi padre como referente político. ¿Que puedo decir de él? Pues que es una persona familiar, buena gente, católico practicante y muy respetuoso. Una persona muy normal», estas son las palabras de su hermana Ana Isabel. El caso es que Carlos Fernández Llaneza pasó una «infancia feliz en Vallobín con mucha libertad porque la zona estaba llena de prados y ahí disfrutábamos». Chapas, banzones, patinetes construidos a mano... «La verdad es que el Ángel de la Guarda tenía mucho trabajo con nosotros». A los 16 años se dio el primer beso en el soportal del INEM en la calle General Zuvillaga, y se ruboriza un poco mientras lo verbaliza. Timidez, pero en este caso esboza media sonrisa.

Publicidad

De aquellos tiempos es su labor social trabajando con la parroquia con jóvenes de familias desestructuradas, principalmente a causa de la droga, del «caballo». Fue director de campamentos de verano con este fin.

Estudió en el colegio de San Pedro de los Arcos y en la Fundación Masaveu y después, Derecho, aunque no acabó. Rápidamente se puso a trabajar (1982), después de hacer la «mili» en Melilla. Primero en el departamento de informática de El Corte Inglés y luego ya en la industria farmacéutica, como delegado regional.

Publicidad

De esos tiempos de farmacéuticas llega su amistad con un compañero y jefe en la empresa, José Tomás Soto. «Para mí Carlos representa la confianza absoluta. Dominaba su territorio y en todo momento sabía que iba a hacer lo que tenía que hacer. Confiaba en él y en su potencialidad».

Mientras se labraba el futuro profesional en el mundo farmacéutico, la vena política ya inculcada por su padre a fuego desde niño iba creciendo, pero ya se hizo indeleble en el periodo 2003/2007 cuando formó parte de la lista socialista de Leopoldo Tolivar Alas, y fue elegido como concejal, «llevaba el área rural y de medio ambiente». «Ese primer acercamiento, sin responsabilidad de gobierno, me ayudó a conocer las cosas del Ayuntamiento y de la política por dentro, cosa que ahora me vendrá muy bien si soy alcalde».

Publicidad

Es un «socialdemócrata convencido» y cree que «la política tiene que ser la herramienta para transformar la sociedad y conseguir que sea más justa».

Compañero de Corporación es Jorge Fernández Bustillo, curtido socialista de mil batallas en el Ayuntamiento y en la Agrupación Municipal Socialista de Oviedo (AMSO), que muestra la simpatía que se profesan y que ha dado los años de trabajo y amistad: «Conoce bien la realidad de Oviedo y el Ayuntamiento, y profesa un gran sentimiento de amor a su ciudad, lo que le ha llevado a estudiarla y defenderla como ciudadano valiente que es. Ejemplos son su defensa del patrimonio de la ciudad o del Naranco. Hombre inteligente, paciente y estudioso. Será un gran alcalde».

Carlos Fernández Llaneza, como dice Jorge Bustillo, es un enamorado de la capital asturiana y arde en deseos que de ser su alcalde para cambiar y conseguir una ciudad en la que «haya más diálogo, más consenso porque debemos pensar como queremos que sea en la segunda mitad del siglo XXI porque no hay viento favorable para el que no sabe qué rumbo lleva».

Publicidad

Fernández Llaneza no camina deprisa, o mejor dicho, camina al paso, sin prisa pero sin pausa. Primero ha querido diseñar Oviedo en su cabeza y ahora, contrarreloj, explicará la ciudad pensada a su ritmo, siempre pausado.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad