Vox irrumpe en Oviedo con dos concejales

Vox logró ayer tener una tarde electoral tranquila. Las encuestas, como la de Invesmark para EL COMERCIO, le auguraban dos actas de concejal en la próxima Corporación y el escrutinio, casi sin sobresaltos, confirmó las expectativas. Una cifra que; sin embargo, podría ser irrelevante para la formación del próximo gobierno local. PP y Ciudadanos, con nueve y cinco concejales, suman la mayoría absoluta y hacen opcional, de entenderse, sumar al 'negocio' a Vox. Aun así, la candidata a la Alcaldía de la formación conservadora, Cristina Coto, manifestó, entre la felicidad de sus seguidores y compañeros de candidatura, que «hemos conseguido nuestro gran objetivo, que era entrar en el Ayuntamiento. Estamos y doblemente satisfechos, porque creemos que se dan las condiciones para echar al tripartito», sentenció. Lo cierto es que se dan, con o sin los votos de Coto ni Hugo Huerta, su número dos y desde ayer, también concejal electo del Ayuntamiento de Oviedo.

En 2015, Vox Oviedo se hacía con 1.365 votos, tan solo veinte más que la desaparecida UPyD. Ahora, con casi 7.400 la formación podrá tener grupo propio. Es cierto que el resultado cosechado ayer queda muy lejos, en números absolutos, de las casi 19.000 papeletas 'verdes' que se contaron en la ciudad el pasado 28 de abril y que en porcentaje el retroceso es notable (del 14,1% al 6,8%), pero es que el marco es distinto. El discurso de Vox centrado es aspectos nacionales no ha tenido el mismo eco en las elecciones municipales.

Parte de esos votantes de abril se quedaron en casa un mes más tarde. Lo hicieron electores de todos los partidos, pero, además, Vox puede señalar al 'voto útil' como enemigo. Las llamadas de los populares a no dispersar el voto de centro derecha para asegurar la Alcaldía de la ciudad han perjudicado especialmente a la formación que lidera Santiago Abascal y, en menos medida, a Ciudadanos.