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Un recorrido para la historia del Real Oviedo
La plantilla del conjunto azul se dio un baño de masas en la capital asturiana. Partieron del Carlos Tartiere en un autobús para llegar al Ayuntamiento, donde les esperaban miles de personas. De ahí a la Plaza América, donde una nueva multitud siguió con el homenaje.
Los jugadores en el autobús que les llevó por las calles de la ciudad.
El equipo, junto a su familia salió del Tartiere y recorrió la ciudad en autobús.
Los aficionados hacen fotos de los jugadore en el autobús en la zona del Campo San Francisco.
El presidente recibe la felicitación de los aficionados.
Una marea azul acompañó al autobús durante todo el recorrido.
El equipo se fotografía junto al autobús y el escudo.
Los futbolistas, aclamados a su llegada, en especial, el autor del gol del ascenso y los iconos de la entidad como Cervero y Esteban.
Entrando con el escudo en alto en la plaza del Ayuntamiento.
Los futbolistas fueron recibidos con música de gaita y una atronadora ovación.
Los aficonados, concentrados ante la plaza del Ayuntamiento.
Los jugadores saludando a la afición desde el balcón de la casa consistorial.
Arturo Elías, del Grupo Carso, también participó en la fiesta del ascenso junto a su familia.
La plaza se quedaba pequeña para la fiesta, Se aprovechó hasta el último rincón.
La multitud que vieron los futbolistas cuando salieron al balcón.
Los judadores cantaron junto a los aficionados.
Una lluvia azul para el festejo en el Ayuntamiento.
Los jugadores se hicieron selfies para recordar el momento.
Los futbolistas aprovecharon para disfrutar del momento junto a sus familias.
Los grupos políticos también felicitaron a los futbolistas y el cuerpo técnico.
El delantero Diego Cervero, en el sillón del alcalde. Junto a él, el regidor, Agustín Iglesias Caunedo.
Dos héroes del Oviedo posando en el balcón del Ayuntamiento.
Cerveron se marcó unas flexiones en el Ayuntamiento, como había hecho en el campo tras el triunfo.
La afición, rodenado la fuente de la plaza de América, completamente azul.
Los jugadores, en el escenario de la plaza de América, aclamados.
Ninguno de los jugadores se libró de ser remojado.
La afición buscó mil maneras de inmortalizar el momento.
La plantilla, cantando sobre el escenario.
Bailando sobre el escenario.
Sergio Egea se llevó su ración de cava mientras hablaba.
Y el resto de la plantilla.
También hubo manteos para celebrar el festejo. No podían faltar.
Y como no podía ser de otra manera, Cervero voló por los aires.
La plantilla bailó para su afición.
Y los futbolistas hasta terminaron con el sombrero mexicano puesto, que para eso, que para eso el máximo accionista es Carlos Slim.
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